Algunas de las curiosidades que se presentan en el marco de la boda entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton tienen que ver con el beso en el altar, la alianza matrimonial, los invitados, y otras.
Todas las cámaras de los diferentes medios estarán a la espera del beso entre la pareja cuando sean declarados marido y mujer. Nadie sabe si los jóvenes se besarán en público, como lo hicieron Carlos y Diana hace 30 años, o se abstenddrán como rige el protocolo.
En el caso de la alianza matrimonial, Guillermo deslizará un anillo en el dedo de Kate, pero ella no podrá hacer lo mismo porque el príncipe no quiere anillo de casado, al igual que su abuelo, el duque de Edimburgo.
Conmemorando a su progenitora, el príncipe eligió casarse un 29 como lo hizo su madre, pero la boda de ella fue el 29 de julio de 1981.
En cuanto a los invitados, no estará una pariente cercana de Guillermo: su tía Fergie, la “oveja negra de la familia”. Tampoco fue invitado el presidente de EEUU, Barack Obama.
Una vez terminada la boda se acabaron los diminutivos para Kate, luego del “sí, acepto” será Catherine Middleton.
Un gran misterio es el destino de la “luna de miel” de los esposos; se especula que está prevista en Jordania, Australia o el archipiélago Mauricio, pero todos éstos son sólo especulaciones de la prensa pues la pareja no confirmó ni desmintió nada aún.
Como ningún evento real anterior, el comercio está listo; tal es el caso de la venta de máscaras con el rostro de la pareja o el videojuego que muestra la boda.
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