Beyoncé, Lady Gaga, Katy Perry, Miley Cyrus, Taylor Swift... La historia de los Europe Music Awards (EMA) es una sucesión de breves reinados femeninos con una única constante, la de Justin Bieber, indiscutible rey que ha fraguado con éxito su paso de niño a no tan niño en una sexta noche de gloria.
Cinco veces consecutivas se había hecho el músico canadiense con el galardón al mejor artista masculino y hoy (ayer) en el Mediolanum Forum de Milán, en la XXI entrega de estos galardones de la cadena MTV, ha vuelto a proclamarse ganador de esa distinción y, de propina, de otras tres, en una velada que ha contado hasta con el número 1 del tenis mundial, Novan Djokovic.
Para Bieber han sido los gritos más desgarrados y también los premios a mejor look, artista de América del Norte y colaboración por su trabajo con Skrillex y Diplo en "Where are ü now?", anticipo de su esperado disco de madurez, "Purpose", que se publicará el mismo día que el de One Direction.
Muy agradecido a su padre y a su madre, se ha impuesto además a la clara favorita, Taylor Swift, gran triunfadora hace unas semanas en los Video Music Awards (VMA), quien partía con nueve nominaciones (frente a las seis de Bieber). Finalmente ha concretado una, eso sí, de los más importantes, el de mejor canción por "Bad blood".
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