Kristen Stewart, que estrenó hoy en todo el mundo "Snow White and the Huntsman", asegura que nunca ha querido ser una mercancía ni formar parte de las estrellas que se traicionan a sí mismas para construir un personaje y pierden cosas personales en el camino que nunca recuperan.
En una entrevista con un reducido grupo de medios, entre ellos Efe, durante el Festival de Cannes, Stewart demuestra una gran madurez para sus apenas 22 años y califica de "ridículamente embarazoso" considerarse a sí misma como un objeto a vender.
"Cuando crees realmente que todo el mundo te mira en el bar exclusivamente porque haces películas..., nunca he querido ser una mercancía, nunca he querido eso, empiezas a traicionarte a ti mismo", afirmó la actriz, con un aspecto vulnerable que rompe con una gran energía que materializa en cientos de gestos, de cambios de posición y en una velocidad de ametralladora al hablar.
Conocida por la saga "Twilight" y famosa desde que con 17 años se metió en la piel de Bella, el personaje femenino principal de esas películas de vampiros, Stewart se muestra segura de dónde están los límites entre cine y realidad.
"Hay gente que hace eso, que cultivan y fabrican personalidades que presentan y son buenos, son grandes actores, que se inventan personajes en cada entrevista (...), pero después de un cierto tiempo te das cuenta de que no eres nadie al tratar de satisfacer a todo el mundo. Tratando de ser cientos de personas diferentes al final no eres nadie".
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