La 53 edición de los galardones a lo mejor de la música se celebró el domingo pasado en Los Ángeles. Considerados como los Oscar de la canción, este gran evento congrega cada año a las estrellas de la música. Moda, extravagancia y espectáculo caracterizaron a esta versión. Lady Gaga, por ejemplo, apareció literalmente metida en un huevo para presentar su nuevo tema: “Born this way”.
A la alfombra roja Rihanna llegó con un vestido blanco de Jean Paul Gaultier Couture, Katy Perry en Armani Privé, Jennifer López con zapatos de Christian Louboutin y un minivestido muy brillante de Pucci, Nicole Kidman en Jean Paul Gaultier y la joven Miley Cyrus en Roberto Cavallii.
En cuanto a las premiaciones, Lady Antebellum fue la gran ganadora en la noche de los Grammy al llevarse cinco gramófonos, incluyendo grabación y canción del año por su balada “Need You Now”, pero los rockeros Arcade Fire lograron el domingo el premio mayor, álbum del año, por el aclamado “The Suburbs”.
La verdadera sorpresa de la noche fue cuando la jazzista y cantante Esperanza Spalding ganó el galardón de mejor nuevo artista sobre el fenómeno Justin Bieber, Florence & the Machine, Mumford & Sons y Drake. Otros grandes ganadores de la noche fueron Jay-Z, John Legend y Lady Gaga, con tres estatuillas cada uno.
Muse ganó bajo mejor disco de rock y Train se llevó el premio a mejor interpretación pop de un dúo o grupo con vocalista. El triunfo de Antebellum marca el segundo año consecutivo en el que un grupo de country con influencia pop es lo más destacable de los Grammy.
El año pasado quien resaltó fue Taylor Swift al llevarse el galardón a mejor álbum, entre otros honores. En síntesis, fue una noche memorable con los mejores artistas, presentaciones esperadas de talentosos intérpretes, mucha moda y extravagancia.
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