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lunes, 4 de julio de 2016

Video Jim Morrison, 45 años sin el mito del rock

El día de hoy se cumplen 45 años de la muerte de Jim Morrison, vocalista de la legendaria banda The Doors. El 3 de julio de 1970 fue hallado muerto en la bañera de su casa en París, según los registros indicaron que había sufrido un ataque al corazón, pero nunca se descartó la posibilidad de que haya sido provocado por una sobredosis de heroína. Morrison contaba con apenas 27 años.

Ya desde adolescente Morrison tuvo un fuerte apego con la poesía y la literatura en general, tal como reflejó su lírica con referencias a los denominados "poetas malditos", como Antoine Artaud, el Conde de Lautreamont o Charles Baudelaire.

Nacido en Melbourne, Florida, bajo el nombre de James Douglas Morrison, la inclinación artística inicial de "Jimbo" fue el cine, arte que estudió en la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA), Estado de la Costa Oeste estadounidense al cual se fue tras cortar contacto con sus padres y hermanos.

Poco se sabe del vínculo que el joven James tuvo con su familia, aunque en los créditos de su primer disco, "The Doors" (1967), queda claro que el adolescente no tenía intenciones de relacionarse con ellos: según el booked, los padres y sus hermanos estaban muertos.

A pesar de que su paso por la UCLA fue fugaz, Morrison llegó a filmar un cortometraje mudo en blanco y negro, además de conocer a Ray Manzarek, futuro tecladista del grupo y amigo del baterista John Desmore y del guitarrista Robby Krieger, los otros miembros de The Doors.

Con un puñado de poemas, un perdido Morrison se encontró luego de unos años con Manzarek en las playas de California, y con el auge de The Beach Boys en ciernes y la Guerra de Vietnam en su apogeo, ambos músicos se pusieron de acuerdo para armar una banda con las potentes letras de Jimbo.

"Ella es una chica del Siglo XX; sin lágrimas, sin miedos; sin años arruinados, sin relojes. Ella es la reina de lo cool", cantaba en el disco lanzamiento, como un rechazo a esa cultura de la imagen, sumado a un mensaje introspectivo en canciones como "Take It as It Comes".

En contraste a la figura descontrolada e histriónica que se le conoció más tarde, las primeras presentaciones de The Doors en los bares de California lo mostraban como un personaje tímido, que susurraba sus propias poesías y cantaba de espaldas al público, pero con letras polémicas que causaban rechazo y admiración por igual.

"Padre, sí hijo, yo quiero matarte. Madre, yo quiero...", cantaba en "The End", mientras que en "Alabama Song" provocaba con un "bueno, mostrame el camino hacia la próxima niña, oh, no preguntes para qué".

Los músicos, según la exquisita y premiada película "When You're Stranger", del estadounidense Tom DiCillo, no estaban conformes con la voz de Morrison, pero la interpretación de sus letras, sumado al peso de las mismas, inclinaron la balanza para conformar un cuarteto que, pese a los graves, no usaba bajista.

Con la fama del grupo in crescendo llegaron las actuaciones televisivas, las giras por Estados Unidos y Europa y el éxito con teatros y estadios llenos, conciertos en los cuales las mujeres se deshacían ante los pantalones de cuero ajustados de un Jim Morrison enajenado, que provocaba a la policía.

El 2 de diciembre de 1967, Morrison se convirtió en el primer músico en ser arrestado sobre un escenario, cuando llamó en varias oportunidades "cerdos de azul" a los policías que estaban dentro de la sala porque uno de ellos lo roció con gas pimienta antes de subir a cantar.

Psicodelia, ácidos, hippismo, paz, libertad y escritores del movimiento contracultural de la Generación Beat (Jack Kerouac, Allen Ginsberg y Neall Cassady, entre otros) generaron una gran influencia en un cantante que se mecía entre el misticismo y las duras drogas como la heroína.

En uno de esos viajes y desapariciones junto a su novia Pamela Courson fue que el resto de los integrantes vendió su clásico "Light My Fire" para un comercial de automóviles, hecho que desencadenó una profunda pelea en el grupo, debido a la oposición del letrista a estos acuerdos.

Pese a que la iconografía del grupo lo tenía a Morrison en exclusiva, en varias oportunidades rechazó propuestas para encarar una carrera solista o que el grupo se llame "Jim Morrison y The Doors", como si el cuarteto fuera una sustitución de su familia.

A lo largo de las placas se puede notar cómo esos graves de barítono se fueron apagando y volviéndose cada vez más roncos, como consecuencia del poco cuidado para con sus cuerdas vocales y su adicción al alcohol.

Según su novia, la noche de la muerte Morrison había consumido una gran cantidad de bebida, pero, a pesar de las dudas por la carencia de una autopsia, hacía un tiempo largo que había dejado de consumir drogas.

Antes de ese viaje a París en 1971, se había dicho que The Doors no volvería a grabar, pero una conversación telefónica días antes de su muerte con Manzarek hacía presagiar que un séptimo disco estaba en camino.

Pero los excesos y el destino quisieron que uno de los vocalistas y letristas más frontales del rock and roll pasara a formar parte, aquella noche del 3 de julio en un hotel parisino, del Club de los 27 junto al blusero Robert Johnson, el Rolling Stone Brian Johnes, Jannis Joplin y Jimmy Hendrix.


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