Las reales anécdotas de la boda de los príncipes

El príncipe William fue el primero en romper el protocolo cuando al ver a su novia llegar al altar, le susurró: “Estás preciosa”. Unos segundos después le comentó a Michael, el padre de Kate: "Se suponía que esto iba a ser una cosa pequeña y familiar".

A la salida del templo, el príncipe tuvo algunos problemas para subir a la carroza tirada por caballos, que llevó a la pareja hasta el palacio de Buckingham, en un recorrido por el centro de Londres. Ya camino del palacio, uno de los jinetes de la guardia real que escoltó al matrimonio, se cayó de su montura, afortunadamente sin consecuencias serias para el soldado.

El momento que más se dejó a la improvisación fue el de la salida de los recién casados y sus familias al balcón principal del palacio de Buckingham, frente al que esperaban decenas de miles de personas. Kate se mostró impresionada y dejó escapar un Oh, my (God), una expresión de asombro traducible como "Dios mío". Como todo el mundo esperaba y deseaba, William y Kate se besaron tras unos breves saludos y una vez que los familiares más directos les acompañaron en el balcón.

Ante el júbilo de las miles de personas que se concentraron en la gran plaza frente al palacio y en sus alrededores, William tomó la iniciativa y besó brevemente a Catherine.

Se puede decir que en ese momento cumplieron, pero la gran sorpresa fue cuando hubo una segunda demostración de afecto, lo que será interpretado por muchos como una prueba más de que éste es un matrimonio entre dos personas realmente enamoradas. El segundo beso se produjo bajo el sobrevuelo de la escuadrilla aérea que conmemoró la boda con una exhibición sobre Londres, con aviones militares de la II Guerra Mundial y cazas.

Los padres y los padrinos

Antes de la boda, la madre de Kate, Carole, ayudó a la novia a prepararse para su gran día en el hotel Goring, donde pasó la última noche como soltera antes del gran día. Tras abandonar el lugar, se trasladó a la Abadía de Westminster, donde su padre, Michael, la acompañó y la entregó al príncipe William. Otros protagonistas fueron los padrinos, el príncipe Harry y Pippa, la hermana de Kate, ellos acompañaron a la pareja real. Al finalizar, ambos partieron en dos carrozas con las damas y los pajes.