Buckingham botará el palacio por la ventana para el matrimonio entre el príncipe William y Kate Middleton.
Cuesta imaginar a la Cenicienta o a la Bella
Durmiente conociendo al Príncipe Azul en un aula mientras estudian Historia del Arte y menos mudándose al palacio antes del matrimonio.
Es que Kate Middleton y William de Gales, más que reflejos de un cuento de hadas, son los auténticos representantes de la realeza del siglo XXI. Desde que los padres de William —Diana y Carlos de Inglaterra, el heredero del trono británico— contrajeran matrimonio el 29 de julio de 1981, no se había generado tanta expectativa por una boda de la monarquía.
Más de 2.000 millones de personas verán en vivo el enlace real a través de la red, transmisiones en directo y pantallas gigantes en alrededores de la abadía de Westminster, el próximo 29 de abril.
¿Quiénes son los novios? William Arthur Philip Louis, príncipe de Gales, nació el 21 de junio de 1982. Es miembro de la Familia Real Británica, nieto de la reina Isabel II y primer hijo de Carlos, príncipe de Gales, y Diana. William es el segundo en la línea de la sucesión al trono británico, detrás de su padre y antes de su hermano, el príncipe Harry. Lo bautizaron el 4 de agosto de 1982 en el salón de música del palacio de Buckingham. Ofició el arzobispo de Canterbury, el Dr. Robert Runcie.
LA DESGRACIA EN EL DESTINO DE UN PRÍNCIPE
La madre de William, la princesa Diana, falleció el 31 de agosto de 1997 en un accidente de coche en París, Francia, tras una persecución de paparazzis. Días antes, la princesa estuvo en Francia con sus hijos. Fueron días felices. Tras el fatal accidente, ambos príncipes se trasladaron al castillo de Balmoral. En el entierro de Diana, el príncipe William caminó junto a su padre, su hermano y su abuelo detrás del cortejo fúnebre de Diana, que partió desde el palacio de Buckingham hasta la abadía de Westminster.
Tras sus primeras letras en el jardín infantil Mrs. Mynors Nursery School, William siguió sus estudios en el Eton College en Geografía, Biología e Historia del Arte. Luego realizó un año de trabajo social con el Ejército británico en Belice y pasó la etapa final en el sur de Chile como voluntario de Raleigh International. Siguió siendo acosado por la prensa, como evidencian las fotos tomadas mientras limpiaba un baño.
William después estudió Geografía en la Universidad de St. Andrews en Escocia (2001- 2005). En enero del 2006, el príncipe comenzó su curso en la Real Academia de Sandhurst como cadete. El 2005 fue que empezó a cumplir con sus obligaciones reales: representó a la reina Isabel en el aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Además fue nombrado presidente de la asociación de Fútbol de Inglaterra y hoy preside el organismo de caridad Centrepoint.
Sin embargo, hay que retroceder hasta la estadía de William en St. Andrews para conocer a la mujer que se ganó su corazón: su compañera de estudios, Kate Middleton.
KATE MIDDLETON, DESCENDIENTE DE MINEROS Y COMERCIANTES
Catherine Elizabeth ‘Kate’ Middleton nació en Reading, Berkshire, el 9 de enero de 1982. Descendiente de mineros, ha sido llamada a convertirse un día en reina de Inglaterra por su boda con William. La futura princesa tiene raíces modestas. Por el lado materno, su bisabuelo Thomas Harrison abandonó las minas de carbón del norte de Inglaterra para probar suerte en Londres. Del paterno, la familia escaló los peldaños de la clase media del siglo XIX: comerciantes, empleados de notaría, de banca y, finalmente, piloto, en el caso del abuelo.
Los padres de Kate trabajaron en British Airways: él, Michael Francis Middleton, como programador de vuelos y ella, Carole Elizabeth Goldsmith, de azafata, antes de hacer fortuna con su propia empresa de venta de artículos para fiestas, Party Pieces, fundada en 1987.
"Los Middleton son muy interesantes porque ofrecen un ejemplo de movilidad social a través de las generaciones en un país obsesionado por las clases sociales", estimó Diane Reay, socióloga de la Universidad de Cambridge.
Pero su actual fortuna no les convierte en miembros de la clase alta. La madre de Kate, Carole, por ejemplo, fue sorprendida en una ocasión preguntando por el "toilet", una palabra inexistente en el vocabulario de la gente de alcurnia. También fue criticada por mascar chicles de nicotina en una ceremonia militar de Sandhurst. En cambio Kate, educada en los mejores colegios del país, no ha cometido ningún desliz.
Cuando se hicieron millonarios, los Middleton enviaron a sus tres hijos a Marlborough College. Kate, que pasó su niñez en el condado de Berkshire, asistió a Marlborough e ingresó en la Universidad de Saint Andrews. Allí conoció al príncipe William, el año 2001, que también estudiaba en la misma universidad. Fue en Historia del Arte que se dio el flechazo. Desde el 2003 salen juntos y, aunque tuvieron una breve ruptura el 2007, la relación va al altar.
RELACIÓN CONTRA VIENTO Y MAREA
Desde mucho antes que se anunciara el compromiso real, el 16 de febrero de este año, la atención de los medios de comunicación del Reino Unido y el mundo ya tenían en la mira a Kate. Desde el 2005 que los paparazzis registraban cada una de sus salidas diarias, hasta que el 17 de octubre de 2005 realizó una queja formal de acoso periodístico e indicó que no había hecho nada significante como para merecer ese tipo de publicidad.
En febrero del 2006 se anunció que Middleton tendría una escolta de seguridad las 24 horas del día, gracias al departamento de seguridad de la Casa Real británica, que cobra 25.000 libras esterlinas al año. Los signos de boda crecieron: Kate no tenía derecho a recibir este tipo de servicio a no ser que fuese candidata a ser parte de la familia real. Los medios continuaron especulando hasta que en el mes de enero del 2007, el día en que ella cumplía 25 años, acentuaron el acoso.
Los príncipes Carlos y William emitieron un comunicado en el que exigieron a los medios precaución y el respeto a la intimidad de Middleton y amenazaron con tomar acciones legales.En respuesta, las empresas dueñas de los diarios más importantes de Inglaterra no publicaron fotos.
Empezaron a aparecer más y más fotografías de los dos jóvenes en partidos de fútbol y actividades recreativas. El asunto se iba enfriando hasta que el 14 de abril de 2007, el periódico británico The Sun anunció la ruptura sentimental entre William y Kate. La BBC confirmó la noticia y se dijo que el cese de la relación sucedió un feriado, en la comuna suiza de Zermatt.Siguieron las especulaciones y el acoso de fotógrafos en busca de nuevos romances. Que el príncipe se sentía muy joven para el matrimonio, que salía con otras muchachas o que Kate exigía demasiada atención... Nunca se supieron los pormenores de esta separación hasta que, finalmente, el 16 de noviembre de 2010, se anunció el compromiso real.
En una conferencia de prensa, la pareja contó detalles de la pedida de mano. Se encontraban de viaje por África cuando William hizo la pregunta."Estábamos en una cabaña en África ... fue muy romántico", dijo Kate, quien lució muy orgullosa su nuevo anillo: El mismo que usó la princesa Diana. Desde ahí, todo ha sido preparativos.
ENTRE LA CARROZA, LOS RECUERDOS Y EL BANQUETE
Una imagen de ensueño que aún queda en la retina de quienes vieron la boda de Diana de Gales, es su angelical rostro enmarcado por la corona y envuelta en tules blancos sobre la carroza. Kate, una futura princesa del siglo XXI, planea llegar a la Abadía de Westminster en un coche. "Catherine optó por un modo de llegar que mantuvo bajo llave", le indicó una fuente de palacio a People. "Sintió que debía llegar como la señorita Middleton y salir como Su Alteza Real, ésa fue la idea que estaba detrás de todo". Los fans no tienen de qué preocuparse: el público verá en su momento a la princesa en un carruaje, cuando William y Kate dejen la abadía.
En cuanto a las fiestas, la reina Isabel iniciará la sesión después de la ceremonia con un agasajo de bodas de champán y canapés para 600 personas. A las 19.00, el príncipe Carlos ofrecerá una cena con baile para unos 300 invitados que lucirán vestidos de noche. De todos modos, no todos los detalles están siendo revelados a la prensa, según una portavoz de Buckingham: "El príncipe William y Catherine están deseosos de que algunas cosas sean una sorpresa para ese día, para sus amigos y familia y para los espectadores de todo el mundo".
Mientras tanto, la larga lista de recuerdos de la boda real cuenta con una muñeca tipo 'Barbie' inspirada en Kate Middleton que se vende, en edición limitada, por 40 euros (57 dólares). La sonriente muñeca no hace demasiada justicia a la futura princesa, pese a tener su inconfundible melena castaña, un traje azul parecido al que lució el día del anuncio de su compromiso con el príncipe William y hasta el anillo de zafiros de Diana.
Sobre la música, el cantante inglés George Michael se divierte mientras lanza pistas a través de su Twitter sobre la canción que está preparando para interpretar en la esperada boda real británica, que unirá al príncipe William con Kate Middleton.
En su perfil de la red social, ha pedido a sus seguidores que le hagan propuestas para que él pueda tomarlas en cuenta a la hora de preparar el show para el futuro rey de Gran Bretaña y su esposa. Todo parece indicar que ya tiene elegida la canción, aunque no ha querido decir cuál es el título de la misma. Sólo ha dado algunas pistas: “creo que he elegido un tema para ellos. Basta decir que se trata de una canción hermosa, escrita en los años 70 por un genio”.
La lista de homenajes continúa: el parque temático Legoland de Windsor se ha apuntado al filón de la boda real y ha creado su propio tributo en miniatura que representa el regreso de los recién casados al palacio de Buckingham. Unas 170.000 piezas de colores y casi 600 horas de trabajo fueron necesarias para crear esta escena con todo lujo de detalles en la que aparecen los novios, la reina Isabel y el príncipe Carlos en el balcón, e incluso Victoria Beckham presumiendo de embarazo y el cantante Elton John con un extravagante sombrero blanco.
Banderas inglesas con la imagen de los príncipes y la fecha de la boda, manteles, servilletas, ceniceros, gorras playeras, tapetes para la computadora, botones, platos, cucharitas, imanes, llaveros, y un larguísimo etcétera forman parte de los recuerdos de boda elaborados para estas fechas.
La recaudación por la venta de muchos de ellos irá a obras de beneficencia.
Entre los más originales y curiosos están las réplicas de los zapatos de los novios, uñas de acrílico con imágenes de los novios en miniatura, barnices de uñas, sobres de té, tartas conmemorativas y hasta un par de puertas con las imágenes del príncipe William y de Kate Middleton en tamaño natural. Hay una versión cómic de los novios, así como la muñeca de cera con joyas, unos muñecos de los príncipes tejidos y una pareja real de gnomos.
Además, la Cervecería Castle Rock está lanzando una cerveza elaborada especialmente para la ocasión, la que será llamada Kiss Me Kate y será de edición limitada.
Por su parte, la Casa Real prefiere los recuerdos más tradicionales: existen vajillas de porcelana pintadas a mano con las imágenes de William y Kate con detalles de oro, fabricadas por la Royal Collection, valoradas en miles de libras, así como pastilleros y diversos objetos de porcelana o plata.
Habrá, pues, boda real para todos: los miles de curiosos que invadirán Londres el 29 de abril sin invitación ni ganas de pelear por un lugar en la ruta del cortejo nupcial, podrán seguir en directo la ceremonia a través de dos pantallas gigantes, erigidas en la plaza Trafalgar y el Hyde Park, dos de los lugares más emblemáticos de la capital.
Cuesta imaginar a la Cenicienta o a la Bella
Durmiente conociendo al Príncipe Azul en un aula mientras estudian Historia del Arte y menos mudándose al palacio antes del matrimonio.
Es que Kate Middleton y William de Gales, más que reflejos de un cuento de hadas, son los auténticos representantes de la realeza del siglo XXI. Desde que los padres de William —Diana y Carlos de Inglaterra, el heredero del trono británico— contrajeran matrimonio el 29 de julio de 1981, no se había generado tanta expectativa por una boda de la monarquía.
Más de 2.000 millones de personas verán en vivo el enlace real a través de la red, transmisiones en directo y pantallas gigantes en alrededores de la abadía de Westminster, el próximo 29 de abril.
¿Quiénes son los novios? William Arthur Philip Louis, príncipe de Gales, nació el 21 de junio de 1982. Es miembro de la Familia Real Británica, nieto de la reina Isabel II y primer hijo de Carlos, príncipe de Gales, y Diana. William es el segundo en la línea de la sucesión al trono británico, detrás de su padre y antes de su hermano, el príncipe Harry. Lo bautizaron el 4 de agosto de 1982 en el salón de música del palacio de Buckingham. Ofició el arzobispo de Canterbury, el Dr. Robert Runcie.
LA DESGRACIA EN EL DESTINO DE UN PRÍNCIPE
La madre de William, la princesa Diana, falleció el 31 de agosto de 1997 en un accidente de coche en París, Francia, tras una persecución de paparazzis. Días antes, la princesa estuvo en Francia con sus hijos. Fueron días felices. Tras el fatal accidente, ambos príncipes se trasladaron al castillo de Balmoral. En el entierro de Diana, el príncipe William caminó junto a su padre, su hermano y su abuelo detrás del cortejo fúnebre de Diana, que partió desde el palacio de Buckingham hasta la abadía de Westminster.
Tras sus primeras letras en el jardín infantil Mrs. Mynors Nursery School, William siguió sus estudios en el Eton College en Geografía, Biología e Historia del Arte. Luego realizó un año de trabajo social con el Ejército británico en Belice y pasó la etapa final en el sur de Chile como voluntario de Raleigh International. Siguió siendo acosado por la prensa, como evidencian las fotos tomadas mientras limpiaba un baño.
William después estudió Geografía en la Universidad de St. Andrews en Escocia (2001- 2005). En enero del 2006, el príncipe comenzó su curso en la Real Academia de Sandhurst como cadete. El 2005 fue que empezó a cumplir con sus obligaciones reales: representó a la reina Isabel en el aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Además fue nombrado presidente de la asociación de Fútbol de Inglaterra y hoy preside el organismo de caridad Centrepoint.
Sin embargo, hay que retroceder hasta la estadía de William en St. Andrews para conocer a la mujer que se ganó su corazón: su compañera de estudios, Kate Middleton.
KATE MIDDLETON, DESCENDIENTE DE MINEROS Y COMERCIANTES
Catherine Elizabeth ‘Kate’ Middleton nació en Reading, Berkshire, el 9 de enero de 1982. Descendiente de mineros, ha sido llamada a convertirse un día en reina de Inglaterra por su boda con William. La futura princesa tiene raíces modestas. Por el lado materno, su bisabuelo Thomas Harrison abandonó las minas de carbón del norte de Inglaterra para probar suerte en Londres. Del paterno, la familia escaló los peldaños de la clase media del siglo XIX: comerciantes, empleados de notaría, de banca y, finalmente, piloto, en el caso del abuelo.
Los padres de Kate trabajaron en British Airways: él, Michael Francis Middleton, como programador de vuelos y ella, Carole Elizabeth Goldsmith, de azafata, antes de hacer fortuna con su propia empresa de venta de artículos para fiestas, Party Pieces, fundada en 1987.
"Los Middleton son muy interesantes porque ofrecen un ejemplo de movilidad social a través de las generaciones en un país obsesionado por las clases sociales", estimó Diane Reay, socióloga de la Universidad de Cambridge.
Pero su actual fortuna no les convierte en miembros de la clase alta. La madre de Kate, Carole, por ejemplo, fue sorprendida en una ocasión preguntando por el "toilet", una palabra inexistente en el vocabulario de la gente de alcurnia. También fue criticada por mascar chicles de nicotina en una ceremonia militar de Sandhurst. En cambio Kate, educada en los mejores colegios del país, no ha cometido ningún desliz.
Cuando se hicieron millonarios, los Middleton enviaron a sus tres hijos a Marlborough College. Kate, que pasó su niñez en el condado de Berkshire, asistió a Marlborough e ingresó en la Universidad de Saint Andrews. Allí conoció al príncipe William, el año 2001, que también estudiaba en la misma universidad. Fue en Historia del Arte que se dio el flechazo. Desde el 2003 salen juntos y, aunque tuvieron una breve ruptura el 2007, la relación va al altar.
RELACIÓN CONTRA VIENTO Y MAREA
Desde mucho antes que se anunciara el compromiso real, el 16 de febrero de este año, la atención de los medios de comunicación del Reino Unido y el mundo ya tenían en la mira a Kate. Desde el 2005 que los paparazzis registraban cada una de sus salidas diarias, hasta que el 17 de octubre de 2005 realizó una queja formal de acoso periodístico e indicó que no había hecho nada significante como para merecer ese tipo de publicidad.
En febrero del 2006 se anunció que Middleton tendría una escolta de seguridad las 24 horas del día, gracias al departamento de seguridad de la Casa Real británica, que cobra 25.000 libras esterlinas al año. Los signos de boda crecieron: Kate no tenía derecho a recibir este tipo de servicio a no ser que fuese candidata a ser parte de la familia real. Los medios continuaron especulando hasta que en el mes de enero del 2007, el día en que ella cumplía 25 años, acentuaron el acoso.
Los príncipes Carlos y William emitieron un comunicado en el que exigieron a los medios precaución y el respeto a la intimidad de Middleton y amenazaron con tomar acciones legales.En respuesta, las empresas dueñas de los diarios más importantes de Inglaterra no publicaron fotos.
Empezaron a aparecer más y más fotografías de los dos jóvenes en partidos de fútbol y actividades recreativas. El asunto se iba enfriando hasta que el 14 de abril de 2007, el periódico británico The Sun anunció la ruptura sentimental entre William y Kate. La BBC confirmó la noticia y se dijo que el cese de la relación sucedió un feriado, en la comuna suiza de Zermatt.Siguieron las especulaciones y el acoso de fotógrafos en busca de nuevos romances. Que el príncipe se sentía muy joven para el matrimonio, que salía con otras muchachas o que Kate exigía demasiada atención... Nunca se supieron los pormenores de esta separación hasta que, finalmente, el 16 de noviembre de 2010, se anunció el compromiso real.
En una conferencia de prensa, la pareja contó detalles de la pedida de mano. Se encontraban de viaje por África cuando William hizo la pregunta."Estábamos en una cabaña en África ... fue muy romántico", dijo Kate, quien lució muy orgullosa su nuevo anillo: El mismo que usó la princesa Diana. Desde ahí, todo ha sido preparativos.
ENTRE LA CARROZA, LOS RECUERDOS Y EL BANQUETE
Una imagen de ensueño que aún queda en la retina de quienes vieron la boda de Diana de Gales, es su angelical rostro enmarcado por la corona y envuelta en tules blancos sobre la carroza. Kate, una futura princesa del siglo XXI, planea llegar a la Abadía de Westminster en un coche. "Catherine optó por un modo de llegar que mantuvo bajo llave", le indicó una fuente de palacio a People. "Sintió que debía llegar como la señorita Middleton y salir como Su Alteza Real, ésa fue la idea que estaba detrás de todo". Los fans no tienen de qué preocuparse: el público verá en su momento a la princesa en un carruaje, cuando William y Kate dejen la abadía.
En cuanto a las fiestas, la reina Isabel iniciará la sesión después de la ceremonia con un agasajo de bodas de champán y canapés para 600 personas. A las 19.00, el príncipe Carlos ofrecerá una cena con baile para unos 300 invitados que lucirán vestidos de noche. De todos modos, no todos los detalles están siendo revelados a la prensa, según una portavoz de Buckingham: "El príncipe William y Catherine están deseosos de que algunas cosas sean una sorpresa para ese día, para sus amigos y familia y para los espectadores de todo el mundo".
Mientras tanto, la larga lista de recuerdos de la boda real cuenta con una muñeca tipo 'Barbie' inspirada en Kate Middleton que se vende, en edición limitada, por 40 euros (57 dólares). La sonriente muñeca no hace demasiada justicia a la futura princesa, pese a tener su inconfundible melena castaña, un traje azul parecido al que lució el día del anuncio de su compromiso con el príncipe William y hasta el anillo de zafiros de Diana.
Sobre la música, el cantante inglés George Michael se divierte mientras lanza pistas a través de su Twitter sobre la canción que está preparando para interpretar en la esperada boda real británica, que unirá al príncipe William con Kate Middleton.
En su perfil de la red social, ha pedido a sus seguidores que le hagan propuestas para que él pueda tomarlas en cuenta a la hora de preparar el show para el futuro rey de Gran Bretaña y su esposa. Todo parece indicar que ya tiene elegida la canción, aunque no ha querido decir cuál es el título de la misma. Sólo ha dado algunas pistas: “creo que he elegido un tema para ellos. Basta decir que se trata de una canción hermosa, escrita en los años 70 por un genio”.
La lista de homenajes continúa: el parque temático Legoland de Windsor se ha apuntado al filón de la boda real y ha creado su propio tributo en miniatura que representa el regreso de los recién casados al palacio de Buckingham. Unas 170.000 piezas de colores y casi 600 horas de trabajo fueron necesarias para crear esta escena con todo lujo de detalles en la que aparecen los novios, la reina Isabel y el príncipe Carlos en el balcón, e incluso Victoria Beckham presumiendo de embarazo y el cantante Elton John con un extravagante sombrero blanco.
Banderas inglesas con la imagen de los príncipes y la fecha de la boda, manteles, servilletas, ceniceros, gorras playeras, tapetes para la computadora, botones, platos, cucharitas, imanes, llaveros, y un larguísimo etcétera forman parte de los recuerdos de boda elaborados para estas fechas.
La recaudación por la venta de muchos de ellos irá a obras de beneficencia.
Entre los más originales y curiosos están las réplicas de los zapatos de los novios, uñas de acrílico con imágenes de los novios en miniatura, barnices de uñas, sobres de té, tartas conmemorativas y hasta un par de puertas con las imágenes del príncipe William y de Kate Middleton en tamaño natural. Hay una versión cómic de los novios, así como la muñeca de cera con joyas, unos muñecos de los príncipes tejidos y una pareja real de gnomos.
Además, la Cervecería Castle Rock está lanzando una cerveza elaborada especialmente para la ocasión, la que será llamada Kiss Me Kate y será de edición limitada.
Por su parte, la Casa Real prefiere los recuerdos más tradicionales: existen vajillas de porcelana pintadas a mano con las imágenes de William y Kate con detalles de oro, fabricadas por la Royal Collection, valoradas en miles de libras, así como pastilleros y diversos objetos de porcelana o plata.
Habrá, pues, boda real para todos: los miles de curiosos que invadirán Londres el 29 de abril sin invitación ni ganas de pelear por un lugar en la ruta del cortejo nupcial, podrán seguir en directo la ceremonia a través de dos pantallas gigantes, erigidas en la plaza Trafalgar y el Hyde Park, dos de los lugares más emblemáticos de la capital.
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