El príncipe William y Kate Middleton sellaron este viernes públicamente con dos besos en el balcón del palacio de Buckingham su matrimonio celebrado en la Abadía de Westminster de Londres en una ceremonia fastuosa, y tras un multitudinario recorrido en carroza, según AFP
De esa manera los nuevos duques de Cambridge regalaron a la población el momento más esperado ante miles de personas congregadas en el lugar.
La pareja repitió la escena de los padres de William-el príncipe Carlos y Diana de Gales en julio de 1981- al darse un beso ante miles de personas que gritaban "William y Catherine", informa EFE.
Acompañados por sus familiares, incluida la reina Isabel II, y aclamados por una muchedumbre entusiasta de cientos de miles de personas, William y Kate ofrecieron al público otro beso de propina mientras se llevaba a cabo el desfile aéreo, según AFP.
El balcón fue adornado por una cortina de color carmesí y contaba con ribetes amarillos, color que sintoniza con los tonos dorados de algunas de las rejas de la residencia oficial de Isabel II.
Tras la ceremonia religiosa en Westminster, William y Kate se habían dirigido en carroza dorada descubierta, tirada por cuatro caballos grises, al palacio de Buckingham. Contrariamente a lo temido, la lluvia no empañó el recorrido del cortejo nupcial.
Sonrientes y relajados, los recién casados fueron aclamados sin cesar durante todo el trayecto por una muchedumbre entusiasta, agrega France Press.
Detalles
La carroza que llevó a Kate y William fue la misma que utilizaron en 1981 al casarse los padres de éste, Carlos y Diana. Estaban seguidos por un cortejo de otras cuatro carrozas que transportaba a Isabel II y a la familia real, escoltado por 160 caballeros.
La boda se celebró en la abadía de Westminster, escenario de todos los grandes acontecimientos reales británicos desde 1066. Pero este acontecimiento tiene el inconfundible sabor de la globalización: millones más siguieron la boda por internet y publicaron sus comentarios, fotos, videos y vínculos en redes sociales y sitios como YouTube, según BBC.
La misa en Westminster había durado poco más de una hora, al ritmo de un coro de jóvenes y del sonido de las siete trompetas que resonaron en la misma nave donde fue coronado Guillermo el Conquistador en 1066.
Apenas minutos después de la espectacular entrada de la novia en el templo, con un sofisticado vestido diseñado por la casa Alexander McQueen, los novios se dieron el "Sí, quiero", tras lo cual fueron declarados "marido y mujer".
William, ataviado en su uniforme rojinegro de coronel de la Guardia Irlandesa del ejército británico, decidió que él no llevaría anillo, pero deslizó una alianza de oro en el dedo de Kate.
Kate Middleton vestía un hermoso vestido blanco marfil, con cola de casi tres metros, velo y una tiara prestada por la reina Isabel II, abuela del novio.
El novio pareció decir "estás muy guapa" a su llegada al altar enfundada en el sofisticado modelo diseñado por Sarah Burton, quien sucedió al 'enfant terrible' de la moda británica tras su suicidio, según AFP.
Al margen de la novia, la última en entrar en la Abadía fue la Reina, anunciada con sonidos de trompetas junto al príncipe de Edimburgo.
Antes de la ceremonia, la soberana nombró a William, de 28 años, duque de Cambridge, por lo que su esposa plebeya, de 29, se convirtió al casarse en duquesa de esta misma ciudad universitaria cercana a Londres.
Invitados
Esta nueva boda dentro de la monarquía británica desató, desde hacía varios días, un sentimiento de carnaval en el Reino Unido, especialmente en la capital, donde se estima que entre 3.000 y 5.000 británicos y extranjeros acamparon en The Mall (la calle que conecta el Palacio de Buckingham con la plaza Trafalgar Square) y afuera de la Abadía de Westminster para ser testigos de la celebración.
Entre los invitados que llenaban la Abadía había celebridades del deporte, como David Beckham, acompañado de su embarazada esposa Victoria, el músico Elton John, así como dirigentes políticos y amigos de la pareja.
"Creo que la gente de todo el mundo estará mirando este gran momento histórico, y verá lo mejor de Gran Bretaña, y que hacemos las cosas muy bien" se felicitó el primer ministro británico David Cameron, al entrar en el templo.
Hasta un tercio de la población mundial siguió en directo este enlace por televisión, al que asistieron en vivo unos 1.900 invitados. En Bolivia se transmitió a las 05:00.
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