La problemática actriz Lindsay Lohan se salvó de ir más tiempo a prisión el viernes y fue condenada a volver al programa de rehabilitación de alcohol y drogas hasta enero, luego de que diera positivo un examen de drogas que se le realizó al azar el mes pasado.
Los fiscales querían que fuera enviada nuevamente a la cárcel por seis meses por haber violado su libertad condicional luego de conducir bajo efectos del alcohol y por el delito de poseer cocaína en el 2007.
Sin embargo, el juez de la Corte Superior de Beverly Hills Elden Fox, ordenó que la actriz debía regresar al programa al que entró de forma voluntaria hace tres semanas, y permanecer ahí hasta el 3 de enero. Se programó una nueva audiencia para el 25 de enero.
Lohan, de 24 años, está siendo tratada en el Centro Betty Ford al sur de California, en lo que es su quinta estadía en rehabilitación en tres años. Fox condenó a la actriz a permanecer ahí en vez de enviarla a prisión.
"Eres una adicta. Creo que tienes que cambiar tu estilo de vida", le advirtió Fox a Lohan llena de lágrimas. El juez agregó que si la actriz de "Mean Girls" no se mantiene limpia "destrozará una muy lucrativa carrera y profesión".
La audiencia del viernes se realizó luego de tener los resultados de la prueba de drogas que se le hizo en septiembre, poco después de que la actriz fuera liberada del programa de rehabilitación y cumpliera dos semanas de una sentencia de 90 días por violar su libertad condicional en el caso del 2007.
Lohan, que se veía cansada y tensa, estuvo acompañada en la corte por su madre Dina, y por su asesor del Centro Betty Ford.
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