1979, el Muro de Berlín está en su apogeo. Sin embargo, Atómica no habla de este suceso político, sino de una historia paralela, de espías, traiciones, estrategias y muchos golpes.
Lorraine Broughton (Charlize Theron) es enviada a Berlín durante la Guerra Fría para investigar el asesinato de un compañero y, al mismo tiempo, recuperar una lista con los nombres de agentes infiltrados. Pero, ¿por qué hay que verla?
1. EL ELENCO
¿Quién mejor para interpretar a una sexi espía, fuerte, ruda y sin miedo a nada, que Charlize Theron? Ya la habíamos visto en películas de acción, como Rápidos y Furiosos 8, y en la espectacular Mad Max: furia en la carretera, pero en esta cinta nos demuestra que ella es capaz de todo. Con ella, un gran elenco conformado, por ejemplo, con un cambiadísimo James McAvoy (X-Men) y una atrevida Sofía Boutella (La momia).
2. EL SOUNDTRACK
Canciones ochenteras que marcaron el punto álgido cultural de Berlín nos deleitan en cada escena (al estilo de los filmes de Quentin Tarantino). Depeche Mode, Queen, Nena, David Bowie, The Cure, Duran Duran, Echo & The bunnymen, New Order, The Clash… sin duda una fiesta incomparable.
3. EL REALIZADOR
El director es David Leitch, responsable de la genialidad llamada John Wick y también de Deadpool 2. Su visión en Atómica es increíble: la era de los 80 con un toque moderno, secuencias impactantes y escenarios extraordinarios.
Con este filme, Leitch debuta como director, pues su trabajo ha sido principalmente como doble en escenas de Otro día para matar, El mecánico y El legado de Bourne.
4. MUCHÍSIMA ACCIÓN
Miles de puñetazos y patadas, la mayoría cortesía de Charlize, que le tomó mucho tiempo de preparación, pero cada segundo valió la pena. (Por cierto, hay una secuencia clave, en unas escaleras…).
5. BUENA ADAPTACIÓN
Sin duda le hace justicia al libro en que está inspirada esta historia, La ciudad más fría, de Antony Johnston.
6. SOLO ELLA
Charlize Theron fue descubierta por su agente mientras armaba un escándalo en un banco de Los Ángeles cuando era un inmigrante africana en EEUU. Estudió para ser bailarina, pero su sueño se truncó cuando se lastimó la rodilla y cayó en una lúgubre depresión.
Luego decidió convertirse en actriz y protagonizó algunos comerciales donde trataba de demostrar que no solamente era una cara bonita. Su oportunidad de oro llegó en 2003, con Monster, que le valió el Óscar e incluso su trabajo fue descrito por el crítico de cine, Róger Ebert, como una de las mejores actuaciones de la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario