Selena Gomez (25) se tomó un descanso en agosto del año pasado, después de sentirse desbordada por su éxito y por el Lupus que padece. La enfermedad le causaba ansiedad, ataques de pánico y depresión, por lo que desapareció durante tres meses.
Recientemente, la cantante narró en una entrevista su experiencia en el retiro espiritual: “Fue lo mejor que pude haber hecho. No tenía teléfono y sentí miedo, pero fue increíble y aprendí mucho”.
La artista, que tiene 124 millones de seguidores en Instagram, explicó que ese aislamiento del mundo fue crucial en su proceso de curación personal. “Estaba en el campo y nunca me peiné. Me dediqué a la terapia equina. Y fue difícil, pero era lo que mi corazón pedía”, expresó.
A esa popularidad tendrá que acostumbrarse nuevamente Selena ahora que volvió a la vida pública. Como reina de las redes, la cantante y actriz luchará contra el escrutinio intenso que existe en estas plataformas.
La artista lanzó su nuevo disco Bad Liar, renovó la segunda temporada de la serie que produce en Netflix, Por trece razones.
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