El actor argentino fue convocado por el productor Leonel Fransezze para La entrega, una miniserie dirigida Gory Patiño. Echarri se dio una pausa en el set de filmación en El Alto y brindó una entrevista exclusiva a La Razón. Habló sobre su personaje, sus impresiones sobre Bolivia y su evolución como actor.
— ¿Qué características tiene su personaje en ‘La entrega’?
— La entrega es una miniserie que tiene como marco una historia sobre el cáncer terrible que es la trata de personas. Dentro de esa estructura me toca representar a un médico que es el encargado de recibir a las víctimas. Las revisa y, tras el visto bueno, indica qué rol van a cumplir: si van a ser explotadas sexualmente o van a ser mulas. Es un argentino que perdió hace mucho tiempo su licencia y evidentemente el hecho de haber estudiado medicina no determinó que sea una buena persona, utilizó sus conocimientos para ir por el costado de la ley. Perdió la licencia y se tornó en un eslabón más de esta cadena cruel que es la trata. Además, es un tipo creyente y devoto de San Expedito, con eso marca una contradicción de actuar de una forma fría y calculadora en contraposición a su fe. Me gusta pensar que le pesa su trabajo, más allá de que lo hace con naturalidad. Su alma se va tiñendo de negro.
— ¿Cómo llegó a ser parte de este proyecto televisivo?
— Se contactó conmigo el ideólogo argentino-boliviano de esta historia, Leonel Fransezze. Se comunicó porque tenía el deseo de que interprete un papel. Estuvimos hablando un tiempo largo porque yo tenía otras cosas en agenda. En el momento concreto pude llegar aquí. Una de las cosas que más me entusiasmó fue poder conocer La Paz, porque es una ciudad que me impacta mucho y es muy latinoamericana. La enorme amabilidad de su gente me encanta, hay una predisposición por el trabajo. El caos, la disposición de las viviendas y la dureza de su altura hace que uno la trate con muchísimo respeto. Tanto me va gustando que me encantaría venir de vacaciones con mi familia.
— ¿Cómo definiría su evolución como actor desde sus inicios hasta la actualidad?
— Hay una evolución natural que te dan los años, creo que me han otorgado más ductilidad emocional en los personajes. Me fui encontrando cada vez con personajes menos nobles que los que comencé a interpretar al comienzo de este camino. A medida que fue pasando el tiempo no solo me fueron llegando personajes más complejos y oscuros, sino que yo fui buscándolos como un deseo y necesidad artística de correrme del que interpreta la nobleza hacia los malos, que son más cercanos a los seres más humanos.
— ¿Fue difícil despegarse del personaje de Diego Moreno que le hizo conocido en Latinoamérica con la telenovela ‘Resistiré’?
— Nací artísticamente en esta novela hace 14 años y el rol que le toca a un actor en una estructura como esa es bastante determinado. Luego, cuando te llaman no se corren mucho de una idea original en la que te moldean y se torna aburrido solo tocar la tecla de la nobleza y la heroicidad. A medida que fue pasando el tiempo me fui sintiendo más cómodo con los villanos, que tienen una humanidad más transparente y a flor de piel. Conocí la actuación hace 25 años, he producido tres novelas y una película. Siempre me gustó el cine y esa evolución vino del deseo de saber cómo se construye lo audiovisual con los guiones, elencos y locaciones.
— ¿Qué descubrió en la piel de personajes siniestros y viles?
— Uno no deja de impactarse con la realidad. En La entrega una de las características más importantes que tiene, lejos de querer tener una imagen o propuesta panfletaria, es que está cercana de la realidad. Utiliza y se sirve de la realidad y eso no deja de sorprenderme. Soy curioso en el tema de la trata de personas, siempre ha sido un tema sobre el que intenté informarme o leer. Me atrapa, atrae y me aprieta el corazón. No puedo de dejar de saber cuáles son los pormenores. Me he enterado cuestiones que me han sorprendido mucho y que la gente no conoce y pasan mientras duermen en sus casas. No solo en Bolivia, sino en Latinoamérica hay un submundo que lleva adelante esta actividad diabólica y despreciable donde las almas y los cuerpos de la gente no importan más que para fines determinados.
Perfil
Nombre: Pablo Echarri
Profesión: Actor y productor
Edad: 47años
Carrera: Entre sus más exitosos trabajos en cine se encuentra El método, por el cual fue nominado al Premio Goya al mejor actor revelación.
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