La primera vez que Carrie Fisher vio a Harrison Ford pensó: "Ese hombre será una estrella". Solo unas semanas después, él la arrojó al asiento de atrás de su coche tras "rescatarla" de la fiesta de cumpleaños de George Lucas, donde parte del equipo trataba de emborracharla.
Acabaron juntos en casa de ella. Él tenía 33 años y estaba casado y ella, 19. Fisher, fallecida el pasado diciembre, a los 60 años, tras un infarto, habló de su romance con Ford en El diario de la princesa, que la editorial Nova acaba de publicar en castellano.
En 2013, la actriz y guionista recibió la noticia de que Disney trabajaría con ella, y con el resto del reparto original, para el episodio VII de La guerra de las galaxias (2015) y fue entonces cuando empezó a escribir. Recordó los diarios que redactó durante el rodaje de la película original y los rescató para que formaran parte de este libro, publicado en Estados Unidos poco antes de su muerte.
En el escrito, Fisher se ve como una chica afortunada por la historia que vivió con el intérprete de Han Solo, "pero sin la autoestima para disfrutar el momento y después soltar amarras", dice.
El romance terminó al finalizar el rodaje en Inglaterra. Más allá del sarcasmo que envuelve todo el relato, los poemas y reflexiones de Fisher transmiten la inseguridad y frustración que la entonces joven sentía ante la aparente indiferencia y distancia con que él la trataba.
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