Madonna fue una de las celebridades que participaron el sábado pasado en la Marcha de las Mujeres, celebrada en Washington D.C., en contra de Donald Trump. En un discurso, la cantante dijo que había pensado "volar por los aires" la Casa Blanca desde que el magnate ganó las elecciones el 8 de noviembre.
Posteriormente, proclamó una revolución de amor y llamó a una rebelión femenina en contra de la tiranía. Al respecto, en una entrevista, Newt Gingrich, expresidente republicano de la Cámara de Representantes, respondió que la cantante pertenece a “un fascismo emergente de izquierda” y que debería ser arrestada por su discurso violento.
Este domingo, la cantante se defendió en las redes sociales: "Mi discurso empezó con 'quiero empezar una revolución de amor' y entonces tomé esta oportunidad para alentar a las mujeres y toda la gente marginada a no caer en la desesperación sino crear un cambio positivo en el mundo. Hablé en metáfora y compartí dos maneras de ver las cosas: una era tener esperanza y otra era sentir rabia e indignación, lo que personalmente sentí. Como sea, sé que actuar desde la ira no resuelve nada y la única manera de cambiar las cosas para mejorar es hacerlo con amor. Realmente fue un honor ser parte de una audiencia que cantaba 'elegimos el amor'", escribió.
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