Ha sido niño travieso, huérfano de Estado, adolescente conflictivo y hoy el ‘royal’ favorito de todos aquellos a los que ni interesa lo ‘royal’. Y todo a pocos días de cumplir los 32.
Uno de los hombres más fotografiados del mundo lo fue por primera vez cuando llevaba 24 horas de nacido. Era retratado en brazos de su madre, la princesa Diana de Gales, envuelto en una toquilla blanca. A su lado, el príncipe Carlos posaba sonriente ante el deber cumplido.
Vimos crecer a un niño pelirrojo de pelo lacio que hacía trastadas en el balcón de los Windsor. Crecía risueño y vivaracho. The Happy Prince, lo llamaban los ingleses, seguramente al margen del drama que vivía su madre y bien distinto de su hermano Guillermo, que desde niño acuñó ese gesto materno de timidez y recato.
LA MIRADA QUE CONMOCIONÓ AL MUNDO
Pocos días antes de cumplir 13 años volvió a ser el gran protagonista de una foto. Un niño flaco, vestido de traje oscuro y corbata caminaba con la cabeza gacha entre su padre y su tío, tras el féretro de su madre. De vez en cuando, el niño miraba de reojo al furgón con los restos de Diana. Era el más pequeño de los cinco hombres que encabezaban la comitiva fúnebre.
Hasta hace tres años el príncipe Harry no pudo hablar de aquella tragedia. Entendía que al hacerlo aceptaba la muerte de su madre. “Me arrepiento de no haber hablado de aquello. Es bueno sobrellevar el sufrimiento siempre que puedas hablar de ello. Porque la auténtica debilidad es tener un problema y no reconocerlo y, por tanto, no solventarlo”.
Al igual que su hermano, Harry continuó con sus estudios secundarios en el “pijísimo” Eton College, y aunque no destacó como un gran estudiante sí se convirtió en uno de los alumnos más populares del centro. Lo suyo no era la Historia y el Arte. Lo de Harry era el deporte, el rápel, el fútbol y el esquí.
Al acabar la escuela, tomó un año sabático, que casi fueron dos. Arrancaba otra faceta del príncipe. La del escándalo. Repartió el tiempo entre Argentina, Australia y África. Quizá fue empatía con los huérfanos, la cuestión es que montó una fundación solidaria en Leshoto para recaudar fondos para los niños en riesgo de exclusión social.
Claro que a su buen corazón se unía el desenfreno adolescente, o juvenil. Harry no salía en los periódicos por sus obras de caridad, lo hacía por las juergas que un día sí y otra también llenaban su vida de entonces. Harry fumando marihuana, Harry bebiendo, Harry a golpes con los paparazzi… Harry fue portada del The Sun en varias ocasiones: luciendo un brazalete con la esvástica justo cuando se celebraba el aniversario del Holocausto o acariciando el pecho de una explosiva rubia. Pero la gran foto, la que rompió corazones de hombres y mujeres, pero, sobre todo, hizo añicos la paz de Buckingham, fue su desnudo integral durante una fiesta en Las Vegas.
Actualmente, no ha encontrado aún una ocupación. Vive en el Palacio de Kensington con su hermano, su cuñada y sus dos sobrinos, George y Charlotte, los que le han relegado dos puestos en la línea sucesoria, y se ha convertido en uno de los valores en alza de la Familia Real.
Simpático y extrovertido, Harry ha decidido arropar causas solidarias. Igual salva elefantes en África, como se hace las pruebas del SIDA ante las cámaras, ayuda en la reconstrucción de Nepal, abraza niños, duerme en cabañas y convive, no siempre en las mejores condiciones, arropando causas solidarias. Como hacía su madre.
Sin embargo, sigue soltero y sin compromiso oficial. Ha vivido romances en cada esquina, casi como los navegantes. Le gustan las jóvenes de melena rubia, que casi se confunden unas con otras. Aunque han sido dos las relaciones más serias del príncipe: la que mantuvo con la sudafricana Chelsy Davy y posteriormente con la aristócrata Cressida Bonas. Sus romances, variados: la americana Juliette Labelle; Anastasia Plewka, modelo de lencería; Camilla Thurlow, ex Miss Edimburgo; Olivia Tallent, hija del bajista de Bruce Springsteen; la cantante Ellie Goulding o una joven terapeuta especializada en terapias relacionadas con el mundo del deporte. Incluso la revista australiana New Idea anunció su romance con la princesa Olimpia de Grecia. Pero la noticia duró 24 horas: Olimpia es rubia, como le gustan al príncipe, pero demasiado fina.
Y un apunte, hoy (15 septiembre) hay fiesta de cumpleaños en varios palacios. Además de la que celebre Harry en Kensington Palace, habrá celebración en la Zarzuela por el 44 cumpleaños de la reina Letizia. Y en el palacio de Haga en Estocolmo, el príncipe Daniel soplará 43 velas en su tarta.
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