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lunes, 27 de junio de 2016

Extravagancias de Nicolas Cage

Su nombre verdadero es Nicolas Kim Coppola, tiene 52 años y ganó un Oscar (“Leaving Las Vegas”, 1995), aunque tuvo también actuaciones memorables en “Arizona baby” (1987) y “Adaptation” (2002).
Se casó tres veces y dos de sus matrimonios duraron menos de un año. Nicolas Cage, el actor, fue apodado como “el James Stewart marciano” y según el crítico Roger Ebert tenía dos únicas velocidades, intensa y más intensa.
En este recuento de sus días, que originalmente incluye 16 extravagancias, Juan Sanguino señala “una vida llena de paranoias y malas decisiones” que “le ha llevado a convertirse en un personaje del que todo el mundo está esperando su siguiente excentricidad”. Dice que se ha convertido en “un género en sí mismo”.

1. Se arruinó. En 2009 una investigación destapó que Nicolas Cage debía 7,5 millones de euros al fisco. Siguió acumulando facturas sin pagar y en el ejercicio fiscal de 2013 su deuda ascendió a 11,3 millones. Cage culpó a su contable y argumentó que no sabía del asunto. Evidentemente, estaba demasiado ocupado comprando fósiles (una de sus llamativas pasiones) y, solo en 2007, 22 coches de lujo.
“Tenía que poner el dinero en algún sitio”, se defendió, “y creo firmemente en las inmobiliarias. No me fío del mercado de la bolsa y no me fío de dejar el dinero en el banco”. Llegó a decir que estaba en la ruina y tuvo que vender muchas de sus posesiones.

2. Su obsesión. Cambió su nombre no solo para huir de la presión de su estirpe (es sobrino del director Francis Ford Coppola), sino por su admiración hacia el superhéroe de Marvel Luke Cage. Su obsesión por los cómics le llevó a comprar el primer ejemplar original de Superman por 120 mil euros (y venderlo por 1,7 millones cuando se arruinó) y a ponerle a uno de sus dos hijos Kal-El, el nombre original de Clark Kent. Según Cage, se decantó por Kal-El porque es símbolo de bondad, originalidad y los Estados Unidos.

3. Patricia Arquette. En los años 80 Nicolas Cage se cruzó con la actriz Patricia Arquette y se enamoró inmediatamente de ella. Cuando le pidió una cita, se lo quitó de encima diciéndole que solo saldría con él si le regalaba un autógrafo de J.D. Salinger (escritor legendario por su absoluto aislamiento) y una orquídea negra, ejemplar que literalmente no existe. Mientras Arquette se olvidaba de la anécdota, Nicolas debió tomárselo como un “acepto el reto” y unos días más tarde se presentó en su casa con una carta que incluía la firma de Salinger y una orquídea modificada genéticamente para lucir pétalos oscuros. A Patricia debió de hacerle gracia (o aterrorizarle) y aceptó no una cita, sino una petición de matrimonio. De camino a la boda Nicolas tuvo un ataque de ira en el aeropuerto y Arquette canceló la boda. Pero le dio una segunda oportunidad en 1995, y entonces sí que se celebró la boda.

4. La hija de Elvis. La relación entre Patricia y Nicolas tardó nueve años en florecer (literalmente), pero solo nueve meses en romperse, aunque la pareja ocultó su separación hasta 2001. Aquel año, Nicolas se había encaprichado de otra obsesión. Desde que interpretó a un delincuente imitador de Elvis Presley en “Corazón salvaje”, Cage añadió el rey del rock a su lista de mitos personales. Y ya sabemos que cuando a Nicolas Cage le gusta algo, le gusta con una pasión barroca. Por eso acabó casándose con la hija de Elvis, Lisa Marie Presley, tan solo 10 días después de conocerse. “Aquella relación estaba basada en el humor”, confesó el actor hace unos meses. La relación duró menos de cuatro meses.

5. Sus mascotas. La actriz Kathleen Turner contó en su autobiografía que durante el rodaje de “Peggy Sue se casó”, Cage fue arrestado por conducir borracho y robar un chihuahua que se encontró en la calle. Cage la denunció y consiguió que Turner reconociera que la historia era falsa, disculpándose por el perjuicio causado a su reputación profesional. Lo más asombroso de esta historia es que Nicolas Cage considerase que el robo de un chihuahua era un episodio vergonzoso cuando él mismo ha reconocido que entre sus mascotas se encuentran un pulpo, un tiburón, un cocodrilo y dos cobras albinas gigantes.

6. Calavera de dinosaurio. Tras una ajustada subasta en la que Leonardo DiCaprio también estaba pujando, Cage consiguió hacerse con una calavera de tarbosaurio por el módico precio de 347 mil euros. El problema vino cuando las autoridades de Mongolia le exigieron devolverla, al haber sido excavada allí, ya que en EEUU la propiedad privada de fósiles es legal (afortunadamente para la decoración de la casa de Nicolas) pero en Mongolia no. El actor se negó hasta donde pudo, con un conflicto internacional a la vista. Finalmente tuvo que devolverla. Y no consta que Mongolia pagase al actor ni un céntimo.

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