Kim Kardashian está siendo muy honesta sobre las dificultades de su embarazo. “No creo que yo y el embarazo estemos de acuerdo mutuamente. Fue difícil para mí quedar embarazada así que me siento bendecida por estarlo y, al final del día, lo vale un millón de veces”, declaró la estrella de Keeping Up With the Kardashians, mientras promovía la nueva temporada del show. Sin embargo, Kim aclaró: “No me quejo. Solo estoy siendo honesta al respecto, y, siendo honesta, pues lo odio.
El embarazo no es para mí. He escuchado historias sobre cuán asombroso es el embarazo, como ha ocurrido con mi mamá y Kourtney, pero simplemente no es mi caso y no voy a sentarme aquí y actuar como si fuera una experiencia fabulosa. Es terrible”.
Kim no se preocupa mucho por ganar mucho peso. Ella ha engordado 23 kilos.
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