Buscador

jueves, 4 de junio de 2015

A los famosos se les ha dado por andar descalzos

En la campaña publicitaria de primavera-verano de Chanel, Gisele Bündchen lucía los modelos de la maison en emblemáticos puntos de París como el Pont des Arts o el Café de Flore, con prendas holgadas y sin zapatos. ¿Un recurso estético? Quizá no.

Lo último entre las celebridades es ir descalzas por la vida. Y no hablamos solo de Bündchen. Tiempo antes, Gigi Hadid, en Coachella, lucía sin zapatos con su vestido blanco y pañuelo gipsy en la cabeza, porque al fin y al cabo es un festival que puede prestarse a este tipo de excentricidades bohemia. Y tampoco hablamos de Shakira sobre el escenario o en sus videos musicales.

Se trata de la nueva tendencia 'barefoot walking', por la que los famosos hacen sus actividades cotidianas en ausencia absoluta de calzado.

Por ejemplo, Chris Martin va al supermercado o se pasea por Malibú en jeans y camiseta completamente descalzo. Sobre las aceras, sobre el asfalto y el escenario, también se los ha visto caminar con ese look a una cantidad de estrellas: Elle McPherson, Rita Ora, Naomi Watts, Tori Spelling, Gwen Stefani, Orlando Bloom, Heidi Klum, Lady Gaga, Molly Sims y la propia Gisele, esta vez por decisión propia y no sólo por exigencias profesionales.

Los beneficios de esta tendencia se han reflejado en el libro 'Barefoot Walking', escrito por Michael Sandler y Jessica Lee, convertido en un éxito editorial en Estados Unidos, con el lema free your feet (libera tus pies). La intención es "minimizar el impacto, maximizar la eficiencia y descubrir el placer de entrar en contacto con la tierra”, un lema perfecto para celebridades ávidas de tendencias que buscan entrar en armonía con el medioambiente.

Los autores también han escrito 'Barefoot Running', con la misma filosofía para los runners. Caminar descalzo es una práctica muy común en otros puntos del planeta como Australia o Nueva Zelanda. En Europa se lo ve muy poco, aunque comienza a aparecer en Holanda e incluso en Berlín, donde curiosamente los papás descalzan a los niños en cuanto llegan al parque.

En España ni se ve ni probablemente se verá (porque no cuenta el caminito de la playa). Aquí se asocia el ir descalzo con poca higiene y seguramente la aparición de una persona en el supermercado sin zapatos atraería todas las miradas, pero no positivamente.

El barefoot también se ha asomado a las alfombras rojas. Por ejemplo, Adriana Karembeu se atrevió en 2011 a plantarse en Cannes, donde precisamente este año hubo la polémica de la exigencia del tacón, con un vestido de princesa rosa con falda de tul y totalmente descalza.

Más recientemente, en la última edición de la Berlinale, en febrero, Cate Blanchett presentaba 'La cenicienta' con un vestido de lentejuelas de Givenchy y un par de sandalias negras que acabaron en su mano, posiblemente por efecto de unos tacones de horror.

No hay comentarios:

Publicar un comentario