Cuando Sarah Jessica Parker se metió en el papel de Carrie Bradshaw en ‘Sex and the city’, desaparecieron sus casi 18 años de carrera anteriores. Y tras una década desde el fin de la serie, la actriz neoyorquina no consigue quitarse la etiqueta de joven glamurosa en busca de la vida perfecta. Ni siquiera ahora que llega a los 50.
Nacida en Ohio el 25 de marzo de 1965 y con siete hermanos de los dos matrimonios de su madre, Sarah Jessica Parker tomó desde pequeña clases de canto y baile, que le permitieron participar en su primera obra de teatro profesional en Broadway con tan solo 11 años a las órdenes de Harold Pinter.
Y con 14 logró su primer papel protagonista en el teatro, en uno de los musicales más famosos de Broadway, “Annie”, casi a la vez que debutaba en el cine con “Rich kids” (1979), aunque su primer personaje destacado en la gran pantalla fue el de Rusty, una de las amigas de Kevin Beacon en “Footlose” (1984).
SU RELACIÓN CON ROBERT DOWNEY JR.
En aquel comienzo de su carrera era, sin embargo, más conocida por las series de televisión en las que participó, como “Square Pegs”, “A year in the Life” o “Equal Justice”, y, sobre todo, por su relación con una estrella emergente: Robert Downey Jr.
De 1984 a 1991 fueron la pareja ideal de Hollywood, dos jóvenes actores destinados a ser estrellas del cine que se habían conocido durante el rodaje de “Firstborn”. Ambos tenían 19 años y decidieron irse a vivir juntos pocos meses después de su primer encuentro.
Pero la adicción a las drogas del actor acabó con la relación siete años más tarde. “Simplemente era increíblemente difícil tratar con su drogadicción”, afirmó la actriz poco después de la ruptura.
ESTABILIDAD JUNTO A MATTHEW BRODERICK
Tras su ruptura con Robert Downey, en su siguiente película, “Honeymoon in Vegas”, Parker conoció a Nicolas Cage, con el que mantuvo una breve relación, a la que siguió un romance con uno de los solteros de oro de la época, John John Kennedy.
Pero la estabilidad le llegaría con el actor Matthew Broderick, amigo de uno de sus hermanos y con el que acabaría casándose en 1997, en una ceremonia en una antigua sinagoga neoyorquina, en la que la actriz apareció con un original vestido negro.
“Es probablemente el hombre más divertido que he conocido en mi vida”, ha repetido la actriz en numerosas ocasiones sobre su marido y padre de su tres hijos: James Wilkie y las gemelas Marion Loretta Elwell y Tabitha Hodge, nacidas de un vientre de alquiler.
Un matrimonio que ya va por los 17 años, pese a los altibajos da la imagen de ser uno de los más sólidos del panorama artístico estadounidense.
“Eramos amigos antes de cualquier otra cosa y hablamos mucho” dijo recientemente Broderick sobre el éxito de su matrimonio. Y agregó: “Hay que seguir hablando, aunque sea un cliché. Demasiado silencio no es un buena idea”, además de reconocer que su esposa es “realmente divertida” y le hace reír.
EL GLAMUR Y EL ÉXITO DEL SEXO Y NUEVA YORK
La relación con Broderick le dio la estabilidad necesaria para centrarse en una carrera que no terminaba de despegar.
Títulos como “Striking Distance” (1993), junto a Bruce Willis; “Ed Wood” (1994), a las órdenes de Tim Burton y con Johnny Depp y Martin Landau como compañeros de reparto; “Miami” (1995), al lado de Mia Farrow y Antonio Banderas; “The Substance of Fire” (1996), con Timothy Hutton, o “Extreme Measures” (1996), con Hugh Grant y Gene Hackman, fueron algunos de los títulos que encadenó en una época muy ocupada.
Fue el de Carrie Bradshaw en la serie “Sex and the City”, basada en las columnas que la escritora Candance Bushnell publicó en The New York Observer y que contaba la vida de una joven neoyorquina, sus amigas y sus relaciones sentimentales.
Producida por el canal de pago HBO, el primer episodio se emitió el 6 de junio de 1998 y desde el primer momento conquistó a un público fiel que siguió las andanzas de Carrie, sus amigas -Samantha, Charlotte y MIranda- y sus idas y venidas con su gran amor, Mr Big.
Tanto éxito tuvo la serie, que se realizaron dos películas que continuaron con las aventuras de las chicas. La primera, de 2008, con notable éxito de taquilla, algo que no se repitió en la segunda, estrenada en 2010, y que demostró que la historia ya se había exprimido al máximo. Aunque la actriz ha insinuado en varias ocasiones que aún quedan cosas por contar de su personaje.
Un personaje que marcó de tal manera la carrera de Sarah Jessica Parker que, pese a los años pasados y sus numerosos intentos de desmarcarse de la Carrie de “Sex and the city”, se la sigue recordando casi exclusivamente por ese papel.
LA VIDA MÁS ALLÁ DE CARRIE
Desde que finalizó la serie, hace ya una década, la actriz se ha centrado principalmente en comedias románticas como “The Family Stone” (2005), “Faillure to launch” (2006), “Did you heard about the Morgans?” (2009), “I don't know How She Does it” (2011) o “New Year´s Eve” (2011).
Pero a pesar de ese escaso éxito o quizás debido a ello, la actriz ha diversificado mucho su actividad profesional.
Hace poco más de un año se lanzó al diseño de los zapatos -el elemento esencial de su personaje de Carrie- para unos conocidos grandes almacenes estadounidenses.
“Como tuve que interpretar ese papel y ella llevaba muchos zapatos he aprendido por defecto mucho sobre ellos”.
Y en lo que se refiere a la interpretación, tiene dos proyectos en cartera de los que poco se sabe: la comedia “All Roads Lead to Rome”, junto a Paz Vega y Claudia Cardinale, y una película para televisión titulada “Divorce”.
Pero le guste o no, Sarah Jessica para nosotros por siempre será Carrie Bradshaw.
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