La cantante Katy Perry actuó este domingo en el intermedio de la final de la Super Bowl -en el encuentro que enfrentaba a los Seattle Sea Hawks con los New England Patriots- y ha quedado tan encantada con su paso por el emblemático evento que quiere hacerse un tatuaje para no olvidar la experiencia. Así, la artista decidió subir a Instagram una foto mientras le tatuaban, a la que acompañó con el comentario: "Pensé que sería apropiado dibujar sangre esta noche... XLIX".
Tras esto, publicó otra imagen, un primer plano de su dedo con el 49 en números romanos: XLIX (al ser la 49ª vez que la Super Bowl cuenta con espectáculo).
Katy Perry, de 30 años, comenzó su número musical de 12 minutos con su sencillo 'Roar'. Durante la actuación de la artista no faltaron algunas de sus canciones más famosas, como 'Dark Horse' -que interpretó acompañada por un coro de bailarines vestidos de centauros- o 'I Kissed a Girl', que reinterpretó a dúo con Lenny Kravitz. Tal y como se filtró la semana pasada, Katy también contó con el respaldo de la rapera Missy Elliott para cantar los temas 'Get Ur Freak on', 'Work it' y 'Lose Control'.
La cantante, que protagonizó cuatro cambios de vestuario durante la actuación, puso el broche de oro a la velada interpretando su sencillo 'Firework' sobre una plataforma con forma de estrella fugaz que se elevó sobre el público congregado en el estadio.
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