Cada una en su estilo, ambas ofrecieron sobre la alfombra roja un verdadero derroche de glamour y elegancia, convirtiéndose en las protagonistas indiscutibles de la velada.
Charlene, esposa del príncipe Alberto de Mónaco, fue fiel a su ‘devoción’ por los vestidos palabra de honor y deslumbró con unos espectaculares pendientes. Por su parte, la princesa Carolina lució radiante con un original diseño con paillettes en tonos blancos y azul marino, y su media melena suelta y ligeramente ondulada, un look que nos recordó al que luce ahora su hija Carlota.
En los años cincuenta del pasado siglo fue la princesa Gracia la que impulsó el Baile de la Rosa, en primavera, o el de la Cruz Roja, en verano. Desde entonces, ambos se han convertido en dos de los acontecimientos sociales más importantes del Principado de Mónaco y, año tras año, la expectación por ver ‘desfilar’ a las damas Grimaldi es máxima.
El Sporting Club de Montecarlo volvió a vestirse con sus mejores galas para albergar a rostros tan conocidos como el cantante Michael Bolton y que estuvo amenizado por la música del italiano Eros Ramazzotti y el francés Bob Sinclar.
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