Y Rihanna volvió a hacerse de rogar. Aunque esta vez no fueron las tres horas de retraso de su concierto en Bostón dos meses atrás, 30 minutos de demora bastaron para sacar de sus casillas al público en Roskilde, el veterano festival danés que ha tenido lugar esta semana y donde actuó el pasado viernes.
Según la revista Rolling Stone, abucheos y pitidos precedieron a la actuación de Rihanna, que sin embargo no pareció muy afectada por la generalizada desaprobación: “Dinamarca, te quiero”, exclamó en varias ocasiones. Y recalcó: “Lo digo en serio, Dinamarca, puedo sentir el amor. No lo digo por decir”. Efectivamente, el título de su último álbum, Unapologetic (sin remordimientos) es aclaratorio: Rihanna no es de las que pide disculpas por llegar tarde.
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