El príncipe Guillermo, 'furioso' con la radio que le gastó una broma

El duque de Cambridge no se tomó con sentido del humor la broma que el miércoles le gastaron dos presentadores de una radio australiana, que llamaron al hospital haciéndose pasar por Isabel II y el príncipe Carlos para conocer detalles sobre el estado de Catalina. La duquesa se encontraba ingresada por unas náuseas matutinas que padecía desde el lunes, una convalecencia que le mantenía en un estado muy "vulnerable".

"Ha habido un gran enfado por este asunto. Se dice que el príncipe Guillermo estaba furioso cuando conoció lo sucedido. Catalina se encuentra en un estado vulnerable y débil ahora mismo, por lo que la broma no tuvo ninguna gracia", contó una fuente cercana a la familia al periódico The Mirror.

Ante la polémica generada, los dueños de la emisora 2Day FM Sydney han pedido disculpas oficialmente, señalando que los autores de la broma no tenían "intenciones de ofender", y han recalcado que la seguridad del hospital es lo verdaderamente alarmante del asunto, ya que la familia real ha visitado ese centro durante décadas. En ese sentido, el director ejecutivo del hospital, John Lofthouse, señaló que revisarán los actuales protocolos de seguridad.

"Esta violación de la seguridad es realmente sorprendente. La familia real ha acudido durante muchos años al hospital King Edward VII y es increíble que cualquier persona haya podido tener acceso a detalles de la condición de salud de la duquesa de esta manera. ¿Dónde están los controles y las revisiones? El hospital debería estar avergonzado por lo sucedido, y estoy seguro de que desde palacio se pedirán explicaciones", señaló el anterior secretario de prensa de la reina, Dickie Arbite.

Un día después del controvertido incidente, la duquesa Catalina ha abandonado el hospital, aunque tuvo tiempo de recibir las visitas de sus padres y de sus hermanos. Los médicos que han tratado a Catalina han asegurado que se encuentra completamente recuperada. A partir de ahora, permanecerá un tiempo de reposo en el palacio de Kensington, donde reside habitualmente con el príncipe Guillermo.