La metamorfosis ha sido gradual. Todo comenzó con la imagen de la atolondrada Mia Thermopolis en Diarios de una princesa (2001), junto a la veterana de la dulzura Julie Andrews. La cinta tuvo tanto éxito que ameritó una secuela. Siempre precavida en sus decisiones, Anne decidió entonces seguir los consejos de la misma Andrews, quien le dijo que para borrarse del rótulo de princesa de Disney debía aceptar un papel más arriesgado y con más piel. Fue así que Anne aceptó el reto de El secreto de la montaña, de Ang Lee.
Desde ese momento, Anne pasó de personajes cómicos a roles dramáticos sin deshacerse del todo de su aura romántica. Si bien lograba su nominación a los Oscar por papeles más dramáticos como el de la joven con Parkinson Maggie Murdock en Love and other drugs o la cáustica Kym en La boda de Rachel, no dejaba de aceptar papeles más taquilleros y dulces como el de El diablo viste Prada, El agente 77 o Alicia en el País de las Maravillas. Tras probar las mieles de Hollywood como presentadora de los premios Oscar, junto a James Franco, en 2011, llegó la hora de un reto más determinante.
The Dark Knight Rises (Batman asciende), la última entrega de la saga de la trilogía del hombre murciélago creada por el director Christopher Nolan es la cinta que marca un antes y un después para la actriz. "Fue un proceso largo de tres meses y medio desde la primera reunión hasta que lo conseguí. Entonces sentí una felicidad plena y alivio", comentó Anne a EFE.
"Fue uno de esos momentos que piensas que es demasiado bonito para ser real, un sueño que ni me permitiría tener porque me parecía imposible y ahora es parte de mi vida", añadió. La Gatúbela de Hathaway, embutida en un ceñido traje de cuero y tan armada y peligrosa como la dibujó Bob Kane en los cómics, ha sido la gran apuesta de Nolan, quien en un principio no contemplaba la presencia del personaje.
Sin embargo, luego de reconsiderarlo, colocó a Anne en la célebre lista de actrices como Julie Newmar, Lee Meriwether o Eartha Kitt, quienes dieron vida a la gata en la serie de televisión sobre Batman de los años 60, hasta que Michelle Pfeiffer inmortalizó ese rol en Batman Returns (1992) y Halle Berry tomó el traje en 2004.
"Las comparaciones no me preocupaban porque Chris demostró que puede reinventar Gotham y sus personajes con éxito", dijo Anne. "La presión venía de sentir que realmente era parte de este mundo. Las dos primeras cintas son extraordinarias y el listón estaba muy alto".
La edulcorada imagen de la actriz preocupaba mucho a los fanáticos de la saga, quienes al final salieron satisfechos con la forma de abordar al personaje.
"Aún no sé qué pensar de mi actuación porque no he reflexionado sobre ello, pero es de las mejores películas que he visto o he tomado parte. Me siento muy afortunada y privilegiada por participar en esta experiencia", agregó.
Y como alejándose nuevamente de los encasillamientos, Anne hizo la promoción del filme de Nolan con el pelo muy corto, pues recién concluyó el rodaje de
Los miserables, donde interpreta a la moribunda Fontine.
Si hay algo que Anne ha disfrutado en el set de Batman asciende en el hecho de estar rodeada de artistas a los que ella admira mucho, como Sir Michael Caine, Morgan Freeman o Gary Oldman. "Me moría por decirles cuánto me gustaron o en qué películas que me cambiaron la vida, pero me calmé. Te das cuenta de que no los conoces, que no tienes relación con ellos hasta que empiezas a crearla. Algunos días me tenía que frotar los ojos para darme cuenta de que era verdad lo que estaba haciendo", comentó.
Son 27 películas en 11 años de carrera para Anne Hathaway, que cumple 30 este noviembre. Y es que el éxito le sonríe en todos los ámbitos: va a casarse con su novio de los últimos tres años, Adam Shulman, aunque esperará a que le crezca un poco más el cabello.
Fotos y datos: EFE, www.telegrafo.com.ec, www.terra.com.co, www.jornadanet.com, www.teinteresa.es
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