Madonna ofreció el primero de sus dos conciertos en Rusia en el marco de su gira mundial MDNA, en una actuación precedida por el escándalo debido a su apoyo al grupo punk Pussy Riot y a los homosexuales. A su llegada a este país, Madonna inauguró un nuevo gimnasio de su cadena Hard Candy Fitness y salió en defensa de las tres integrantes de Pussy Riot que están siendo juzgadas por cantar contra el presidente, Vladímir Putin, en el altar de una catedral.
Los abogados de Pussy Riot esperan que Madonna les exprese públicamente su apoyo durante el concierto, sea con una camiseta o de viva voz, como ya hicieran recientemente en la capital rusa los Red Hot Chilli Peppers. También se espera que Madonna haga una encendida defensa de los homosexuales rusos, a los que las autoridades prohíben celebrar marchas de orgullo gay.
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