Desde temprano, la ‘Diva del Bronx’ salió del hotel acompañada de su bailarín y, en medio de una multitud de fotógrafos, llegó hasta un famoso restaurante para almorzar junto a sus amigos, como la cantante Jessica Alba.
Pasó un momento muy agradable entre carcajadas y bromas y recibió regalos, entre ellos un enorme oso de peluche.
Al salir de la reunión, uno de los fotógrafos que la rodeaban la golpeó por descuido y ella le respondió con una mirada retadora. Por su parte, Casper intentó protegerla de los apretones y hasta se discutió con uno de los paparazzis.
Smart le vendó los ojos y la llevó al Superyacht Utopía II, donde los esperaban varios invitados. J-Lo apareció con un vestido ajustado, de Tom Ford, y saludó a todos los pasajeros que estaban a bordo del crucero de lujo.
Fue ahí cuando la pareja, cuyos movimientos apasionados se pueden ver en el video musical de Dance again, se estrecharon las manos y tomaron la pista de baile, haciendo gala de su talento.
J-Lo no pudo ocultar su alegría cuando observó una torta en forma de un gigantesco oso de peluche rosa y agradeció a todos por acompañarla.
Su novio escribió en Twitter: “¡Feliz cumpleaños para la osa más bella del mundo! Te amo”, y ella respondió: Gracias a mi oso dulce”.
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