Lady Gaga le dijo a sus admiradores que estaba "devastada" por tener que cancelar su concierto en Indonesia cuando ya se habían vendido todas las entradas tras recibir amenazas de musulmanes radicales que la llamaron "adoradora del diablo".
La controversia por el concierto es un golpe para la reputación de tolerancia y pluralismo del país musulmán, que se supone respeta la libertad de expresión.
Algunos admiradores acusaron a la policía, que se negó a otorgar el permiso para la cantante por seguridad.
"Tuvimos que cancelar el concierto en Indonesia", escribió la cantante de 26 años a sus seguidores en Twitter el domingo por la noche después que los promotores reconocieron los temores sobre la seguridad de la intérprete y la de sus "pequeños monstruos" o admiradores, si continuaba con los planes de su presentación.
"Estoy muy apenada con los fans y estoy tan devastada como ustedes, si no es que más", escribió. "Ustedes son todo para mí".
Los más famosos, el Frente de Defensores Islámicos, dijeron que los vestuarios sensuales de Lady Gaga y sus bailes provocadores corromperían a la juventud. Aseguraron que se presentarían por miles en el aeropuerto si la cantante llegaba al país.
Otros dijeron que comprarían boletos para hacer desmanes dentro del estadio con capacidad para 52.000 asistentes donde se realizaría el concierto en Yakarta.
La policía respondió negando los permisos necesarios. Después, tras los reclamos públicos, dijo que reconsideraría entregarlos, pero sólo si Lady Gaga moderaba su espectáculo. En vez de esto, la artista canceló lo que se suponía sería su mayor concierto en su gira por Asia.
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