El Frente de los Defensores del Islam (FPI), conocido por sus violentos ataques a bares y salones de masajes, afirmó que reuniría a "30.000" manifestantes en la capital Yakarta el 3 de junio, día del concierto de la diva, para impedirle "prodigar su fé satánica", explicó el presidente del Frente, Salim Alatas.
"Tiene un estilo vulgar y sus prendas sexuales e indecentes van a destruir la moralidad de nuestro hijos. Es muy peligrosa", estimó.
El Consejo de los ulemas, la mayor instancia religiosa islámica en Indonesia, había criticado ya la visita de la celebridad de vestidos extravagantes. "Llamo a Lady Gaga a respetar nuestra cultura y nuestras tradiciones. La mayoría de la gente aquí es musulmana y no podemos tolerar la vestimenta y las actuaciones sexy", declaró recientemente el jefe del Consejo de los ulemas, Amudhan.
Indonesia cuenta con 240 millones de indonesios, muy mayoritariamente musulmanes, que practican en su mayoría un islam moderado. Los 40.000 billetes para el concierto se vendieron en apenas dos semanas.
Los seguidores de la diva del pop dudan que el FPI pueda reunir a las decenas de miles de personas capaces de perturbar el espectáculo. "No hay nada malo en ser fan de Lady Gaga", asegura Anggiat Sihombing, un estudiante de 18 años que fundó la cuenta twitter @LadyGagaINDO.
"La queremos porque es una gran música", declaró.
La cantante de 26 años se ha declarado abiertamente a favor de la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo en Estados Unidos, y dijo que celebraría bodas homosexuales en sus conciertos, pues tenía la intención de ordenarse como ministra para hacer valer la ceremonia. Tambien se burló de la religión a través de su video “Judas”, donde emula a Jesús y a los 12 discípulos; el clip además fue estrenado en Semana Santa.
La cantante inició el 27 de abril en Seúl un gira mundial que la llevará a Filipinas, Hong Kong y Japón y que hasta ahora no ha hecho más que provocar manifestaciones de opositores muy limitadas.
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