El cantante de rap cuenta todo lo que tuvo que pasar para llegar a cuatro décadas como icono de este género musical.
En sus 40 años de vida, Eminem vivió dos ascensos al cielo y un descenso a los infiernos. Cada etapa de su vida fue tan decisiva y tan intensa que bien podría valer por una vida en sí misma.
Vivencias para canciones. Su primera llegada a los cielos coincidió con los dos primeros discos que editó y, especialmente, con el segundo The Marshall Matters LP, con el que vendió casi dos millones de copias. El megaéxito de ese disco fue el triunfo de los cuatro puntos importantes que él había marcado para guiar su vida.
Entre estos puntos, detalló lo pésimo que era para las matemáticas y otras asignaturas; sin embargo, era muy bueno con las palabras y, aunque no conocía el significado de todas, atesoraba un vocabulario imponente.
Otra de las anécdotas que le marcaron la vida fue el hecho de que aunque nunca leyera un libro (Eminem reconoció que el único que leyó entero es la biografía del rapero LL Cool J), lo suyo era escribir.
Cuando escribía, le obsesionaba poder rimar el mayor número de palabras posibles dentro de una frase, cosa que le sigue pasando. Otra de las marcas que le dejó su éxito fue que si algún día tenía hijos, jamás se comportaría con ellos como su padre lo había hecho con él; esto es perderse todos y cada uno de los momentos que de verdad importan.
Las tres primeras cosas se resumían en una: lo que más quería ser en la vida era rapero.
Después de The Marshall Matters LP vinieron dos álbumes más y, aunque todos auguraban gloria eterna para Eminem, en 2005 empezó su debacle personal. En este año se suele fechar el inicio de lo que en inglés se llama “hiatus” y que es una manera cortante y seca de referirse al parón creativo de un artista.
El de Eminem empezó entonces y se prolongó hasta casi 2009.
Y aunque cuando inició su carrera él había dicho que no se veía rapeando con 30 años, hoy es uno de los grandes.
40 años cumplió el cantante el pasado 5 de marzo, quien continúa con su carrera musical.
Una gran pérdida.
En 2006, uno de sus mejores amigos murió, hecho que lo convirtio en un adicto. Sin embargo, luego de duras rehabilitaciones, en 2010 publicó Recovery, su disco más reciente y celebrado. Con él volvió a llamar a las puertas del cielo. “Me levanto entre las 07.30 y las 08.00, hago ejercicio y me voy al estudio lo antes que puedo. Paso allí el día y vuelvo pronto a casa para estar con mis hijos” declaró a una revista.
Un gran padre. El cantante vive con sus tres hijas y dejó de lado la vida caracterizada por mujeres y alcohol. Los diarios opinan que es por ello que está en los puestos más altos del ránking musical en Estados Unidos.
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