Las niñeras de los famosos: universitarias y bilingües

Las niñeras profesionales saben que el cuidado de los niños es una labor ardua y exigente. Sin embargo, a este duro cometido se le añade un plus de dificultad cuando los niños en cuestión son los hijos de los personajes más famosos del mundo del espectáculo.

Suri Cruise, hija de Tom Cruise y Katie Holmes, tiene a su disposición con solo seis años un equipo de niñeras que no pueden negarle ninguno de sus caprichos culinarios, como su hábito matutino de desayunar pasteles. Las empleadas, que por exigencia de su famoso padre deben abrazar la fe de la Cienciología, se encargan también de jugar con ella y su colección de 200 muñecas y numerosas tiaras de plata.

Por otra parte, los gemelos de Jennifer Lopez, Max y Emme, también están rodeados de una serie de lujos que, para sus pobres niñeras, se traducen en un continuo quebradero de cabeza. Al parecer, el trato de la diva latina a sus empleadas casi roza la explotación, con jornadas laborales intensivas de 16 horas todos los días de la semana y salarios bajos. La cantante exige, asimismo, a sus nuevas niñeras que tengan estudios universitarios y que sean bilingües pero, sobre todo, que mantengan el armario de los hermanos siempre lleno de conjuntos de ropa totalmente a estrenar.

Los que parecen ser igual de exigentes son Beyoncé y el rapero Jay-Z. Sus voluntariosas niñeras trabajan en turnos de dos durante las 24 horas del día para cambiar su pañal una vez por hora y mantener satisfechas todas sus necesidades.

Y seis son también las encargadas de cuidar a la prole de Brad Pitt y Angelina Jolie. La pareja cuenta entre su séquito con una niñera por cada uno de sus seis hijos. El salario de cada una de ellas ronda los 150 mil dólares al año, una cifra astronómica que parece justificarse con su capacidad para hablar la lengua nativa del niño que cuidan, con sus estudios universitarios de educación o terapia, y con su disponibilidad total para viajar con la familia a cualquier rincón del mundo. Ser niñera puede no ser fácil pero si se tiene paciencia, puede ser rentable.