Catalina recibió el martes, Día de los Enamorados, una tarjeta y unas flores del príncipe Guillermo, quien está destacado actualmente en Malvinas, según se reveló durante un acto oficial de la duquesa de Cambridge en Liverpool (noroeste de Inglaterra).
La esposa de Guillermo se lo contó a un niño de ocho años que le regaló un ramo de rosas rojas, un pastel y una postal a su llegada a un bar para alcohólicos rehabilitados llevado por una de las asociaciones en las que la esposa del segundo en la línea de sucesión a la Corona británica ocupa cargos honoríficos, Action Against Addiction.
Al entregárselos, bajo los aplausos de decenas de curiosos, el pequeño Jaqson Johnston-Lynch le dijo a Catalina que sentía mucho que el príncipe no pudiera estar con ella en San Valentín.
"¿Sabes dónde está, Jaqson?", le preguntó la duquesa, de 30 años, que iba enfundada en un elegante abrigo de color burdeos, debajo del cual llevaba un vestido negro hasta la rodilla.
"Está en las Falklands (denominación británica de las Malvinas) pero me ha enviado una tarjeta esta mañana", le respondió, según explicó luego a la prensa su madre y responsable local de la organización, Jacquie Johnston-Lyons, precisando que luego agregó que el mensaje iba acompañado de unas flores.
Guillermo, piloto de búsqueda y rescate de la Fuerza Aérea Real (RAF), inició el 2 de febrero una misión de seis semanas en Malvinas, el archipiélago del Atlántico Sur bajo dominación británica desde 1833 cuya soberanía reclama Argentina, en el marco de su trabajo.
Catalina aprovechó esta separación temporal para llevar a cabo sus primeras actividades regias en solitario, que comenzaron la semana pasada con la inauguración oficial de una exposición del recientemente desaparecido artista británico Lucian Freud en la National Portrait Gallery.
En su primer desplazamiento fuera de Londres, visitó también el hospital infantil Alder Hey, donde conversó con varios niños ingresados en el servicio de oncología y sus familias.
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