Bellezas internacionales como la de Jennifer Aniston (elegida por la revista Men’s Health la mujer más sexy de la historia) o Angelina Jolie (quien también figura en la referida lista), no fueron tan bellas de jóvenes.
Tampoco las españolas, como la periodista Sara Carbonero, o las latinas, como la cantante Shakira, nacieron con el atractivo que hoy en día las hace constar en casi todos los rankings de belleza. Parece que la naturaleza hace su parte, pero la cosmética y un buen rímel también contribuyen.
La clave: la nariz
La famosa protagonista de Friends, por ejemplo, le debe buena parte de su tirón a la cirugía estética. Si no, cómo se explican que a sus 40 años la actriz esté más guapa que a los 20.
La propia actriz en la ficción ha reconocido que se operó la nariz, y puntualiza: “Es lo mejor que he hecho en mi vida. Desde entonces, duermo como un bebé”. Porque alguna excusa hay que poner al hecho de haber pasado por el quirófano, que la mera estética resulta demasiado superficial.
Gracias a la cirugía, Aniston logró armonizar sus rasgos. Teñirse de rubia fue el espaldarazo definitivo a la mejora de su imagen.
La mujer de los labios...
Quien tampoco fue precisamente un cisne, sino más bien una patito feo de niña es la actual pareja del actor Brad Pitt, la también actriz Angelina Jolie.
En numerosas ocasiones se habló sobre la posibilidad de que la actriz se hubiera puesto silicona en los labios, debido a su prominente boca, pero no es así. De hecho, viendo sus fotos de niña y adolescente se puede confirmar. Varias fotos de su padre, Jon Voight, dan cuentan que ella heredó sus labios tan carnosos que en algún momento fueron objeto de burla.
No son las únicas en Hollywood que guardan un pasado de burlas de sus compañeros cuando iban al colegio y de disgustos por sus complejos físicos. Kristen Dunst, la cantante Fergie, Renee Zellweger o Sarah Jessica Parker sabrán, seguramente, de lo que se habla en estas líneas.
De Shakira a Carbonero
Otras, como la cantante colombiana Shakira, más que de transformación se podría hablar de evolución. Pese a que los rasgos de su cara siguen siendo casi los mismos que diez o 15 años atrás, resulta sorprendente lo que suaviza un rostro el pelo rubio. Al cambiar su cabello negro por otra rubia, la novia de Piqué ganó muchísimo. El resto lo han hecho un buen maquillaje y un look tribal perfecto que le sienta como anillo al dedo a una constitución delgada y estatura pequeña como tiene ella.
En España también hay otro ejemplo. Hace unos días Iker Casillas publicaba en su Facebook una foto de su novia, Sara Carbonero, de niña. Su intención era la de mostrar a todos lo entrañable que era su chica de pequeña, pero a los pocos minutos encontró en esa red una avalancha de comentarios sobre cómo ha mejorado la imagen de la periodista.
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