En una doble página a todo color, la publicación califica el estilo de la artista de Barbados como propio de una “zorra negra”. Para darle mayor fuerza a un reportaje sobre los vestidos informales y de fiesta que suele llevar, la revista imprimió lo siguiente en inglés: “Nigga Bitch”.
El juego de palabras, de tintes racistas, ha ofendido a Rihanna, que ha contestado de inmediato usando su cuenta de Twitter.
Dirigiéndose en primera persona a la directora, Eva Hoeke, le dice así: “Vaya contribución has hecho al mundo. Degradas a toda una raza y tu revista es un mal ejemplo de la evolución de los derechos humanos. Estas desesperada, Eva Hoeke. Seguro que hay miles de chicas holandesas a las que haría feliz poder demostrar cómo han contribuido a mejorar su país. Con todo el respeto hacia mi raza, te lo diré muy claro: que te jodan”.
Ante la contundencia de la respuesta de Rihanna, que muestra gran dignidad a pesar del enfado, la revista holandesa ha pedido disculpas. También ha prometido imprimir una rectificación en su próximo número.
La redactora jefa no tardó en responder via Facebook, haciendo públicos sus mil perdones hacia la cantante y asegurando que se habìa tratado de una confusión: “Oyes tanto esa palabra en la tele y en la radio que tus ideas sobre lo que es considerado ofensivo cambian abruptamente”, escribió. Para terminar con la polémica, Hoeke ha decidido dimitir.
Para los amantes de la filología, queda un detalle que ahora parece absurdo. En holandés bitch se utiliza sin mayores problemas para describir a una persona irritante. Incluso hay un premio radiofónico anual para locutoras llamado RadioBitch.
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