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sábado, 30 de abril de 2011

Las diferencias y similitudes entre Lady Di y Kate Middleton

Al ver la imagen de Kate Middleton saliendo de la Abadía de Westminster del brazo de Guillermo, uno no puede evitar pensar en el día en que su madre, la recordada Lady Di, contrajo nupcias con el príncipe Carlos.

Y es que el legado de la princesa Diana fue tan grande -a pesar de su corta vida- que en los últimos días muchos se han preguntado si es que esta joven plebeya, ahora convertida en la duquesa de Cambridge, podrá ganarse el corazón de todos los ingleses, y demás ciudadanos del mundo.

Mientras que Diana fue una princesa que rompió muchas “reglas” de la monarquía, Catalina, como se llama ahora a Kate, ha sido una novia real como ninguna otra en la historia, y muchos creen que marcará el inicio de una nueva época.

SUS PRIMEROS AÑOS
A diferencia de Catalina, desde que nació, Diana Spencer formó parte de la aristocracia británica: su padre, Edward John Spencer, era conde; y su madre era hija de un amigo cercano del rey Jorge VI. Diana creció en un ambiente formal que seguía el protocolo de la nobleza y, además, su niñez –al igual que la de sus hijos- se vio marcada por el divorcio de sus padres.

En cambio, se sabe que Catalina proviene de una familia sólida y unida. Incluso, según dijeron fuentes cercanas a la pareja a la revista ‘Newsweek’, la familia Middleton representa “una felicidad doméstica ordinaria que a Guillermo le gustaría lograr en su propia vida”.

Los padres de la nueva princesa se conocieron cuando ambos trabajaban para una aerolínea, trabajaron muy duro para poner en marcha un negocio propio que después les permitió tener una vida relativamente holgada y, sobre todo, brindarles una excelente educación a sus hijos.

VIDA ACADÉMICA
Fue quizás gracias a los estudios que los caminos de Guillermo y Catalina se cruzaron. Ambos se conocieron en la Universidad de Saint Andrews, una de las más prestigiosas del Reino Unido a la que Middleton pudo asistir gracias a las excelentes calificaciones obtenidas en la escuela privada en la que estudió.

Después de graduarse (con un título en Historia del Arte), Catalina regresó a Londres y, a pesar de que ya era novia del príncipe Guillermo, empezó una vida como cualquier joven de su edad. Primero trabajó en la empresa de sus padres, pero luego consiguió un empleo como compradora de una exclusiva tienda por departamentos.

Catalina representa una imagen muy diferente a la que los ingleses conservadores tienen de las integrantes de la nobleza: es mujer independiente, sofisticada, moderna y profesional. Esto último es una gran diferencia con Diana, quien no destacó académicamente pero que supo compensar sus carencias –ella misma reconocía que no era “muy brillante”- con otras habilidades: la música, la danza y las ganas de ayudar a los demás.

NOVIOS Y CONVIVIENTES
Carlos y Diana empezaron su relación como muchos en la nobleza: el objetivo, más que enamorarse de la persona idea, era encontrar al mejor partido. Es más, se podría pensar que a pesar de los comprobados encantos de Diana, la propuesta de matrimonio de Carlos estuvo más motivada por la presión de que tenía que casarse pronto. Recordemos que el príncipe ya había pasado los 30 años.

El noviazgo duró seis meses, una gran diferencia si lo comparamos con los ocho años de relación de Guillermo y Catalina. Y, según revelaron amigos cercanos a Lady Diana en un documental de la BBC, durante ese tiempo los novios en realidad no tuvieron muchos momentos de privacidad y no llegaron a conocerse del todo bien.

Todo lo contrario sucedió con los recién casados duques de Cambridge, quienes ya tienen juntos bastantes años, tantos que la prensa inglesa apodó a Catalina ‘Paciente Katie’, porque todos se preguntaban cuándo sería el día en que por fin anunciaran que se iban a casar. Dicen que este noviazgo ha sido la entrevista de trabajo más larga de la historia, para la novia claro que desde hoy ha elevado su estatus y tendrá que cumplir con ciertas obligaciones y respetar determinadas “prohibiciones”.

Y no solo es cuestión de tiempo, sino también de experiencias vividas en pareja. Por ejemplo, Guillermo y Catalina son la primera pareja real que ha convivido antes de casarse, lo que ha resultado algo muy normal para la opinión pública ya que es algo que la mayoría acostumbra hacer por estos días.

Además, mientras Diana era todavía casi una adolescente cuando se casó (tenía 19 años), Catalina ha comenzado su vida de casada convertida en una mujer madura, que a sus 29 años, tiene una visión más amplia y realista del mundo.

PRINCESAS DEL PUEBLO
Probablemente la característica más resaltante que Catalina comparta con quien hubiera sido su suegra es la empatía que tiene con los demás: el público y la prensa.

En los últimos meses se han reproducido imágenes de Kate caminando por la calle mientras era perseguida por los paparazzi y soportaba con calma una imparable lluvia de flash. Algo con lo que Diana aprendió a convivir.

Además, tampoco utiliza guantes, siguiendo el ejemplo de Lady Di, quien fue la primera de la realeza en saludar a la gente sin ellos. “Kate también ha adoptado la costumbre, antes vista en Diana, de arrodillarse para hablar con los niños a su mismo nivel”, señala un artículo publicado en la página pakistaní de la BBC Noticias.

Así como lo fue la madre de su esposo, Catalina es popular, hermosa y fotogénica, y hasta se ha convertido en un ícono de la moda. No se espera que reemplace a la querida Diana, pero sí que llene el vacío dejado por una mujer que supo llenar de calidez a la familia real y acercarla al pueblo.

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