El cantautor español Alejandro Sanz, quien está de gira en Buenos Aires, asegura que solamente piensa en la muerte “con humor” y que de poder elegir le gustaría ser sepultado en Andalucía.
En una entrevista que publicó el diario argentino Clarín, dijo que su vida es una tormenta de arena que le ha dejado la piel suavecita luego de los problemas familiares que ha afrontado.
“Pienso en la muerte con humor. Me gustaría planear bien cómo va a ser, no quiero un funeral aburrido, quiero uno con flamenco”, comentó.
“A mí me gustaría entregar las barajas justas, es decir quedarme con todos mis recuerdos hasta el último día. Tengo miedo de olvidarlos”, agregó el cantautor.
“No sé si voy a poder elegir, pero hay un sitio en Andalucía que me encanta, en la carretera a Alcalá de los Gazules. Tiene pradito y un alcornoque. Buen lugar para morirse”.
El cantautor manifestó que fue un chiste musicalmente gracioso el hecho de que su primer nombre artístico fuese el de Alejandro Magno y que se dedicó a la música porque su madre le inscribió de pequeño en un curso de guitarra un día en que estaba cerrada la academia de karate. “Si la academia hubiera estado abierta, hoy estaría dando patadas en las Olimpiadas”, agregó.
Sanz, quien acaba de participar del festival de Viña del Mar, Chile, comenzó una serie de conciertos en el Luna Park de Buenos Aires. “En realidad alcanza su estado de gracia sobre el escenario donde vuelve a enamorar como la primera vez”, dijo un crítico.
A sus 42 años, Alejandro Sanz sigue enamorando a sus fans con canciones cuyas letras son dedicadas al amor.
Pero además de hablar de él y de su carrera, el andaluz expresó su deseo de que el músico de rock argentino Gustavo Cerati, líder de la disuelta banda Soda Stereo, se despierte del estado de coma en el que permanece desde mayo pasado.
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