Fuentes de la casa real británica informaron de que Middleton tiene previsto pasar la jornada "en privado" y no dieron más detalles sobre cómo prevé celebrar este cumpleaños.
Los medios británicos aseguraron que su intención es seguir manteniendo un "perfil bajo", a poco más de cuatro meses de la boda del 29 de abril, por lo que estará junto a familiares y amigos.
Ingrid Seward, directora de la revista Majesty, dijo a la agencia local de noticia PA que la prometida del príncipe prefiere disfrutar de la tranquilidad mientras pueda, antes de que se vea inmersa en las numerosas fiestas en las semanas previas al enlace.
"Va a haber muchas fiestas, así que posiblemente sólo quiera estar como algunos amigos muy cercanos y la familia. O podría ser que estuvieran solo ella y Guillermo", dijo Seward.
"Probablemente querrá mantener un perfil bajo porque el resto de su vida va a ser de un perfil muy pronunciado", añadió.
Los futuros esposos aparecen hoy en todas las portadas de los periódicos tras asistir el sábado a la boda de unos amigos, en lo que los medios caracterizaron como un "ensayo".
El príncipe vistió chaqué y bromeó con los fotógrafos que le esperaron fuera de la iglesia, afirmando que aún no era su día.
Middleton, que llegó por separado, lució vestido y sombrero negros, y bolso y zapatos de tacón burdeos a juego.
Se desconoce el regalo que el príncipe dio a su prometida, pero sea lo que sea previsiblemente la futura esposa de Guillermo sea más cuidadosa tras lo ocurrido con el del 28 cumpleaños.
El príncipe entonces le compró unos pendientes de perlas y Otto, el cocker spaniel de Kate, se los comió.
La pareja se conoció hace ocho años cuando ambos eran estudiantes en la Universidad escocesa de St Andrews y tras dos rupturas en el noviazgo anunciaron su compromiso de boda el pasado noviembre.
La boda se celebrará el 29 de abril en la abadía de Westminster, el mismo templo donde son coronados los reyes de Inglaterra, y la intención de la pareja es que la ceremonia no tenga la pompa imperial de enlaces anteriores, sino un aire más moderno.
En contra de lo que hicieron Diana Spencer en 1981 y Sarah Ferguson en 1986, la novia no llegará a la abadía en un carruaje que recorra previamente las principales calles de Londres, sino en un coche, algo en lo que ha puesto especial empeño Middleton.
La ceremonia será oficiada por el arzobispo de Westminster, Rowan Williams, y comenzará a las 11 de la mañana, tras lo cual la reina Isabel ofrecerá una recepción en el palacio de Buckingham.
El príncipe Carlos ofrecerá a continuación una cena privada, seguida de una fiesta con baile en la que solo estarán presentes los familiares y los amigos más cercanos.
Lo que todavía no se sabe es el tratamiento que tendrá la pareja a partir del 29 de abril.
Está por ver si Guillermo aceptará ese día un ducado, entre los que se baraja los de Clarence, Cambridge, Connaught o Sussex.
En este caso, Kate Middleton se convertirá en duquesa, pero Guillermo podría optar por suceder a su padre como príncipe de Gales, lo que convertiría a su esposa en "la princesa Catherine" o en "Kate de Gales".
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