"Claro que está empezando una nueva etapa, ¡con 64 años ya era hora!", aseguró la actriz, que señaló que, aunque "no tiene queja" de su situación en el mundo del cine, donde está segura de "tener su lugar", ahora quiere centrarse en trabajos "con gente que te inspira, te hace más valiente o te hace aprovechar mejor la vida".
"Me gustaría tener papeles que sean un reto, pero me da igual que sean grandes o pequeños, no necesito algo que me tenga trabajando seis meses durante todo el día. Porque, ¿sabes? el tiempo es muy valioso para mí", añadió.
Durante un encuentro con un grupo de medios, entre ellos EFE, a su paso por el festival de cine de Marraquech (Marruecos), al que ha acudido como invitada por el décimo aniversario del certamen, Sarandon desveló algunos otros de los proyectos en los que quiere ocupar ese tiempo.
Por ejemplo, dar el salto a la realización de documentales, un género por el que afirmó tener "mucha curiosidad", aunque aún no ha decidido con qué tema iniciarse en esa nueva aventura.
"Tengo algunas ideas pero no estoy segura. Creo que se trata de encontrar algo que sea lo suficientemente atractivo y luego seguir el hilo y ver qué pasa. Me gusta la idea de encontrar algo que sea interesante y simplemente zambullirme en ello", apuntó.
Otros de sus proyectos resultan más sorprendentes con relación a su biografía, como el del negocio al que desde hace un año dedica buena parte de sus energías: un club de pimpón que ha abierto con tres socios en Nueva York.
Compromiso político
desafÍo Volviendo a temas más habituales en ella, Sarandon, conocida por su compromiso político, aseguró que, en su opinión "todas las películas son políticas", ya que "te dicen qué hacer, a quién amar, qué deberían ser las mujeres, qué pueden hacer los hombres...". Es un regalo cuando vas al cine y tus ideas son desafiadas", afirmó.
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