La actriz y productora mexicana Salma Hayek, de 44 años, se confesó: “Fui inmigrante ilegal en Estados Unidos. Fue un período corto, pero aún así lo fui”, así lo dijo en una entrevista para la revista V Spain que lleva como portada a la productora y por título Armas de mujer. Cuando atravesó la frontera entre Estados Unidos y México fue hace poco más de 20 años, según reveló la actriz.
Ya se sabe que la industria del cine encasilla o, incluso, aísla a algunos actores por su país de origen. Ése es el drama que vivió la primera mexicana nominada a un Oscar por la película Frida, al interpretar a la artista Frida Kalho.
“Cuando empecé tuve que enfrentar los peores tiempos en términos de discriminación racial en Hollywood. Era inconcebible para los directores y productores estadounidenses que una mexicana obtuviera un papel principal”, agregó la actriz.
“Definitivamente Hollywood creció al aceptar la inclusión de latinos, porque durante un tiempo no existíamos. No éramos parte de ninguna historia. Somos 40 millones de latinos en Estados Unidos. Fue algo raro. Yo fui una chica muy privilegiada al ser parte de una pequeña generación de personas que entraron primero, pero no lo logré sola. Jennifer López también fue parte de esto. Ricky Martin fue muy importante. Hubo un grupo de gente y una excelente oportunidad que supe aprovechar”, mencionó.
Esta estrella de Hollywood, quien ahora es una ciudadana naturalizada de Estados Unidos y tiene una hija de tres años, Valentina, con su esposo el magnate francés Francois Henri-Pinault, se siente satisfecha con su vida.
Otro que tuvo un desembarco muy amargo fue uno de los mejores amigos de Salma, Antonio Banderas. Si ahora es un actor consagrado y respetado por la prensa, hace un par de décadas estuvo a punto de arruinarse por culpa de su ex mujer, Ana Leza. (Agencias)
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