No todo es de color de rosa en la meca del cine. Las malas amistades, las drogas, los vicios y los escándalos de Hollywood pasan factura a más de una estrella hasta el punto de destruir su carrera, reputación, credibilidad y sus ingresos.
Un claro ejemplo es el australiano Mel Gibson, que vive actualmente su peor pesadilla. Si hace un par de años era criticado por sus comentarios anti-semitistas, ahora sus problemas personales desvelados por su ex, Oksana Grigorieva, le están haciendo perder la poca dignidad que le quedaba ante su público. Aquel que en los años 90 fuera uno de los favoritos de Hollywood con películas como ‘Braveheart’, fue despedido recientemente para un ‘cameo’ en la secuela de ‘Resacón en Las Vegas’, ya que al parecer nadie quería un personaje tan conflictivo en el rodaje. ¿Quién lo reemplazó? El genial Liam Neeson, un golpe bajo para Mel que hace menos de un año regresaba a trabajar con el thriller ‘Al límite’. Sin embargo, el oscarizado actor no es la única estrella víctima de sus propios excesos.
Wesley Snipes: uno de los actores favoritos por los fans del género de acción ingresará en prisión dentro de unos días por fraude fiscal. Desde que en febrero de 2008 se enfrentara a una condena de tres cargos menores por no presentar voluntariamente su declaración de impuestos, la carrera de Wesley fue cayendo en picado. Su último éxito fue hace seis años con ‘Blade: Trinity’, la tercera entrega de la saga del famoso cazador de vampiros. Desde entonces no lo hemos vuelto a ver como protagonista de ningún filme. Es más, existe un largometraje titulado ‘Brooklyn’ s finest’ que Antoine Fuqua dirigió en 2009 que todavía sigue esperando su fecha de estreno
Lindsay Lohan: no podía faltar en esta lista. Mientras se rehabilita por órdenes del juez, la joven actriz que a los 20 años ganaba más de siete millones de euros por película pasó de ser una niña inocente de la factoría Disney a vivir sola en Hollywood con malas influencias, drogas, alcohol y una larga lista de etcéteras.
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