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lunes, 20 de marzo de 2017

El 'renacimiento' de Jean-Michel Jarre


Después de 40 años en la música y 68 en el mundo, Jean-Michel Jarre está viviendo "como un renacimiento" tras pasar momentos duros, una nueva etapa llena de proyectos que intenta afrontar "con la mente y el corazón vírgenes para crear" como si cada nueva aventura artística fuera la primera.

Con esa actitud, "con la mente totalmente abierta y sin prejuicios", Jarre visitó el monasterio de Santo Toribio de Liébana (norte de España), uno de los cinco lugares santos de peregrinación de la cristiandad y el escenario donde, el 29 de abril, desplegará su universo creativo ante las 6.000 personas que podrán disfrutar del que ya ha anunciado como "The Connection Concert".

Jarre ha hablado del "nuevo capítulo" que ha abierto en su vida, de su relación con el público y de lo que traerá el desarrollo imparable de la tecnología, a la que "no tenemos que tenerle miedo".

"En catorce meses he sacado tres discos, tengo la gira, proyectos especiales como The Conection Concert. Creo que sí, es un nuevo capítulo. Hace seis o siete años perdí a mis padres, a mi productor, fue un año muy duro. Ha sido como un renacimiento, un nuevo capítulo de mi vida, una nueva etapa", confiesa.

"Siempre he pensado en mi carrera musical como si consistiera en trabajar para conseguir la música perfecta. Pero muchas veces es como estar en el desierto, ves un espejismo y crees que te estás acercando pero cada vez está más lejos", reconoce.

Por eso en cada nuevo proyecto le gusta trabajar -asegura- "como si fuera el primero, como cuando he llegado aquí. Siempre intento mantener mi mente y mi corazón vírgenes para crear así".

Embajador de la Unesco y elegido en 2013 para ser la voz de tres millones de creadores al frente de la CISAC (la Conferencia Internacional de Sociedades de Autores y Compositores), los grandes números abruman en la biografía de un artista que, según asegura, podría haber sido arquitecto o astrofísico pero tomó otro camino porque la música es para él "una adicción".

Y posiblemente de origen genético. Es hijo de un gran músico, Maurice Jarre, que ganó tres premios Óscar por sus bandas sonoras, un territorio que él también ha explorado, de la mano de Peter Weir en "Gallipoli", el debut de Mel Gibson.

Jarre ha vendido más de 80 millones de discos y ha entrado tres veces en el Libro Guiness de los Récord por sus apabullantes audiencias en vivo: en 1986 reunió a 1,3 millones de personas en Houston, en un concierto en colaboración con la Nasa, y en 1997 atrajo a 3,5 millones en un espectáculo que tuvo como invitados a los astronautas de la estación MIR, en conexión desde el espacio.

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