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martes, 31 de mayo de 2016

La escapada de Michael Jackson y Macaulay Culkin a comprar juguetes

John Landis (Chicago, 1950) ha dejado más de un titular en su paso por Madrid, con motivo del homenaje que se le brinda en el Festival de Cine Fantástico de Madrid, Nocturna, coincidiendo con el 35 aniversario del estreno en España de su «hombre lobo». El primero, sus declaraciones sobre el cine actual: «Si hiciese una película ahora tendría que ser realmente especial, y la mayoría de lo que se hace hoy (en Hollywwod) es una mierda». El segundo ha tenido que ver con una anécdota del pasado, relacionada con la grabación del viodeclip de Michael Jackson «Black or White».

Poco después de confesar sentirse extraño con el título «Maestro del Fantástico», el director que marcó un antes y un después en el cine de terror con «Un hombre lobo americano en Londres» y que filmó el videoclip más famoso de la historia, «Thriller», ha contado jugosas e inéditas anécdotas de los tiempos en los que trabajó con e «rey de pop».

Según ha desvelado, durante el rodaje del videoclip de «Black or White», el sencillo extraído de su disco «Dangerous» (1991), considerada la canción de rock de mayor venta en la década de los años 90, perdió 70.000 dólares de una jornada de grabación porque Jackson, que entonces tenía 33 años, desapareció junto con su gran amigoMacaulay Culkin, que entonces tenía solo 11, para irse a comprar juguetes.

Tras el éxito de «Thriller»

Landis había sido el elegido para el proyecto casi diez años después de que dirigiera el mítico video «Thriller», con el que revolucionó el género de los videos musicales, incluyendo distintos escenarios, efectos especiales revolucionarios y un segmento final polémico y censurado posteriormente.

Además, Culkin no fue la única estrella que intervino en el vídeo. También estuvieron presentes Slash tocando la guitarra; el actor George Wendt, famoso por su papel de Norm Peterson en la famosa serie de «Cheers», y personajes animados como Bart y Homer Simpson.

Aquel episodio, que de hacerse público también habría generado más de una controversia, no fue la única polémica de aquel videoclip. Hubo otras dos razones: los movimientos sexualmente sugestivos del Jackson agarrarse la entrepierna y las secuencias del cantante cometiendo actos interpretados como vandalismo, como aquellas escenas en las que aparecía dañando coches o rompiendo ventanas, algunas de las cuales fueron censuradas.

Aquello fue inconveniente para su éxito, pues fue lanzado a nivel mundial con un una audiencia algunos expertos estimaron en 500 millones de telespectadores, y una emisión simultánea que llegó a 27 países.

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