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sábado, 14 de abril de 2012

Marilyn era rubia, pero no tonta

La estrella es descrita de manera nunca antes vista en la biografía denominada Blonde.

La escritora estadounidense Carol Joyce Oates, candidata al Premio Nobel, escribió una curiosa novela biográfica titulada Blonde, que rescata la inteligencia de la actriz Marilyn Monroe, como un elemento oculto y central de su personalidad, junto a sus inclinaciones artísticas.
Ahora la obra circula en España y América Latina con Alfaguara y da mucho de qué hablar. Norman Jean o Marilyn Monroe, uno de los iconos vivientes del siglo XX, quien será homenajeada en la edición 2012 del Festival de Cannes, es desvelada a través de sus diarios. La escritora se encaminó en el ejercicio de inspeccionar el alma de la bomba sexy y platinada y descubrir que ésta era algo más que una tonta belleza.

La soledad de la mujer más deseada. “Sola. Estoy sola. No entiendo por qué estoy sola cuando he querido a tanta gente...”, escribía la actriz en una de sus reflexiones diarias, que giraban alrededor de sus complejos, ausencias, carencias y su amor hacia la literatura y la pintura. A pesar de ser la mujer más sexy de su época y de ser el dulce de los fotógrafos, Monroe vivió alienada en una realidad de marquesina hollywoodense que detestaba y en nada se asemejaba a la artista curiosa que cultivó por años en sus diarios. La actriz era una mujer leída, ávida y dotada de un espíritu insaciable en su sed de conocimiento al reflexionar tranquilamente sobre la pintura italiana o sobre algunos escritores de la beat generation.
A lo largo de mil páginas, Oates se inspira en el pozo de las inseguridades que aniquilaron a la artista, por tan sólo buscar un poco de amor en un mundo indiferente que la usó como mercancía. Monroe leía a Freud o a James Joyce sin dificultad, pero tuvo la maldición de su belleza, que la estereotipó eternamente en la imagen de rubia tonta. Joyce Oates rescata poemas y testimonios.
La escritora alterna entre la ficción y la realidad para traer al lector la imagen de una mujer perturbada, pero a la vez fuerte y con ganas de vivir y explorar la vida y el arte.

“Un símbolo sexual es una cosa. Pero si voy a ser el símbolo de algo, prefiero que sea del sexo, quitemos lo de símbolo”.

Marilyn Monroe

36 años tenía la actriz cuando, sumida en un oscurantismo de drogas y alcohol, sucumbió.

1962 Marilyn Monroe apareció muerta en su casa de Brentwood, Los Ángeles. La causa es desconocida.

El malestar de ser dual. “La Monroe quería ser artista. Era de las pocas personas a las que había conocido en mi vida que se tomaban en serio aquella basura. Esto es lo que acabó con ella, no lo otro. Quería que la reconocieran como a una gran actriz, pero también quería que la quisieran como a una niña y, evidentemente, no se puede tener las dos cosas”, indica un fragmento de Blonde. La difícil conciliación de la niña frágil que busca amor con la artista la destrozó. El dilema de vivir en la piel de una mujer sexy y a la vez poseer un gran intelecto la enloqueció, según la teoría de Oates, quien además recrea los amores, las aventuras y las metidas de pata de Monroe.


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