Con una voz prodigiosa y un trabajo debut que vendió la friolera de 1,6 millones de copias en el Reino Unido en 2012, la escocesa Sandé centró las miradas de una ceremonia celebrada en el gigantesco 02 londinense, en la que brillaron también Ben Howard y Adele.
Peinada con su característico y llamativo tupé platino, la magnética cantante de Soul y R&B fue la primera galardonada de una noche que arrancó, por todo lo alto, el grupo Muse con la interpretación del tema "Supremacy", acompañado de 60 músicos y un despliegue de juegos pirotécnicos. Con su Brit a "mejor cantante femenina", Sandé dejaba fuera a Bat for Lashes, Jessie Ware y Paloma Faith.
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