La elegante actriz británica tiene miedo de que todos sus personajes en el cine acaben siendo asociados a 'Hermione Granger', la famosa bruja que interpretó en las siete películas basadas en la obra literaria de J. K. Rowling. Aunque la joven artista se ha enfrascado posteriormente en papeles bien diferentes y considera que ha pasado página, en el fondo sigue asustada por la posibilidad de que el público la encasille.
"He hecho de alocada chica californiana, de niña de colegio de monjas y de mujer del siglo XVIII. He tenido una carrera muy versátil y he hecho muchas cosas tras 'Harry Potter'. Pero la idea de quedarme siempre con la etiqueta de 'Hermione' me asusta, espero no terminar de esa forma", confesó en la revista Empire.
Sin embargo, Emma reconoce no haber tenido demasiadas dificultades en la industria del cine tras el final de la mágica saga, al haber encontrado directores "abiertos de mente" que han confiado en ella.
"La verdad es que sigo sorprendida de lo bien que me han tratado los cineastas. La mayoría de ellos son gente abierta de mente, que me han empujado a hacer cosas diferentes y sacado lo mejor de mí", añadió.
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