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sábado, 25 de junio de 2011

Hija de Palin cuenta cómo perdió su virginidad

Ocurrió en una tienda de campaña en medio del bosque mientras Sarah Palin, entonces gobernadora de Alaska, creía que su hija Bristol pasaba la noche en la casa de una amiga del instituto. «Nadie ha oído nunca esta parte de la historia», escribe Bristol al comienzo del libro que acaba de publicar.

Titulado «Not afraid of life: my journey so far» (Sin miedo a la vida: mi viaje hasta ahora), el libro es todo un atrevimiento, no tanto por lo que cuenta - «apenas me acuerdo de aquella noche», acabará diciendo para decepción del lector- como porque a sus 20 años de edad es una osadía ponerse a vender unas «memorias».

Aunque en el clan de la líder del Tea Party todos intentan aprovechar económicamente el momento. La propia Bristol va aprotagonizar un «reality show» en televisión sobre su experiencia como madre soltera.

La principal tesis de Bristol es que no sabe porqué se dejó embaucar por Levi Johnston, con quien decidió casarse tras quedar embarazada.

La pareja decoró hace tres años la campaña de Palin a la vicepresidencia de EE.UU. Luego rompieron.

«A lo largo de la historia hay mujeres que miran sus pasadas relaciones y se maravillan de cómo pudieron amar al hombre que las trató tan mal. De Hillary Clinton a Sandra Bullock, de Jackie Kennedy a Jennifer Aniston, de Elin Woods a la princesa Diana». Bristol, pues, se incluye en ese panteón ilustre.

La joven despelleja inmisericordie a su exnovio, quien por su parte está preparando un libro de respuesta para el final del verano. «Un chico grande que tenía talento para decir tonterías pero nada más», alguien «inarticulado», que solo sabía decir mentiras, como asegurar «que había pescado doce peces pero en realidad no había pescado ninguno».

Qué se puede esperar de alguien que te presenta el anillo de compromiso mientras están viendo la tele y empieza su declaración diciendo «ha sido caro»? A Bristol le duele también que Levi le engañara con otras.

Pero Bristol se había enamorado y se fue al bosque un fin de semana de verano con Levi y un grupo de amigos. En la noche de acampada, sentados alrededor del fuego de campamento, la hija de Palin comenzó a beber. «No sabía nada acerca de cosas malas, y mucho menos la diferencia entre vodka, cerveza o whisky», explica para justificarse.


Lo siguiente que recuerda es que se despertó dentro de la tienda de Levi junto al saco de dormir vacío del muchacho. «No recuerdo qué ocurrió entre el momento en que estaba sentada junto al fuego hablando y el momento en que me levanté la mañana siguiente», escribe.

«De pronto, me pregunté por qué se le llama perder la virginidad cuando fue sentida más como si hubiera sido robada».

La joven Palin considera que fue una «mala decisión» tener sexo antes del matrimonio, pero si al decir esto parece que quiere animar a otras chicas a seguir en su voluntad de un noviazgo sin sexo, lo estropea todo con la siguiente argumentación: «Dado que Levi y yo íbamos a casarnos, pensé que nuestro sexo premarital no era para tanto».

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