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sábado, 25 de diciembre de 2010

El fracaso de Mel Gibson y Lindsay Lohan

Los problemas personales de Mel Gibson y Lindsay Lohan eclipsaron el firmamento de Hollywood durante 2010, un año en el que los personajes animados de Toy Story 3 arrasaron en la taquilla mundial, con más de mil millones de dólares de recaudación.

Gibson, otrora estrella absoluta e intocable del cine, paga ya las consecuencias de una supuesta agresión a su ex pareja, la rusa Oksana Grigorieva, enzarzado en un proceso de vistas orales que sopesan si las pruebas reunidas por la investigación son suficientes para enjuiciar al actor por un caso de violencia machista.

La mala hora de Gibson

La imagen del protagonista de Corazón Valiente frente al ojo público está muy deteriorada, sobre todo tras la filtración de unas supuestas conversaciones telefónicas grabadas por Grigorieva, en las que el actor la insulta y la denigra hasta extremos insospechados. El intérprete acusa de extorsión a su ex pareja y aduce que le impide ver a su hija en común, Lucía, nacida en octubre de 2009.

Cuando le dan la espalda

Pero nada ha podido evitar que incluso algunos de sus compañeros de profesión le hayan dado la espalda cuando se anunció que formaría parte de la secuela de The Hangover y que se haya retrasado el estreno de su próxima cinta, The Beaver, dirigida por su íntima amiga Jodie Foster, de las pocas personas en la industria que han salido a dar la cara por él.

Gibson iba a encarnar a un tatuador de Bangkok en The Hangover 2, pero finalmente fue sustituido por Liam Neeson. “Pensé que Mel habría estado genial en la película”, dijo el director, Todd Phillips. “Pero me doy cuenta de que una película es un esfuerzo colectivo y la decisión final no tenía el apoyo total del reparto y del equipo”, añadió.

Lohan, drogas

Por su parte, Lohan, de 24 años, permanece ingresada en un centro de rehabilitación para tratar su adicción a las drogas.

La joven arrastra un largo proceso judicial por una causa que se inició en 2007 cuando fue detenida por conducir ebria y que se complicó posteriormente cuando incumplió en reiteradas ocasiones las condiciones impuestas por los jueces para que pudiera seguir en libertad.

A finales de septiembre se supo que Lohan dio positivo en dos controles antidroga y, tras pasar unas horas en prisión y abonar la fianza de 300 mil dólares, ingresó en un centro de rehabilitación.

Un juez optó en octubre por permitir que la actriz continuara internada en esas instalaciones médicas para realizar su tratamiento hasta el 3 de enero, fecha en la que podrá volver a casa hasta que nuevamente vuelva a los tribunales el 25 de febrero para revisar su caso.

La actriz Lohan estrenó este año Machete, de Robert Rodríguez, y su aparición, al contrario de lo que se había especulado, no sirvió para relanzar su trayectoria artística, cada vez más en picado como lo demuestra que el papel principal de Inferno, el biopic sobre la actriz porno Linda Lovelace en el que iba a trabajar, fue finalmente ofrecido a Malik Akerman. Un mal año para ella.

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